En los últimos días, como todos los inviernos (en el hemisferio norte), comenzaron a volver tiburones ballena de color gris a la zona de la Central Eléctrica Orot Rabin y se encuentra frente a la costa de la ciudad de Hedera. El hecho atrajo al lugar a amantes de la naturaleza y a numerosos submarinistas que querían nadar junto a los grandes animales.
El equipo de investigadores de la Universidad de Haifa detectó y etiquetó recientemente la aparición de la primera hembra de la temporada, como parte de una investigación en curso que tiene por objeto identificar y clasificar a los tiburones ballena que llegan a las costas de Israel.
El tiburón ballena de color gris recibió el nombre de “Jamsa” (‘cinco’, en árabe) por la quinta temporada que llevan investigando diferentes organismos, y tiene unos 2,5 metros de largo.
“El número de tiburones en el mar Mediterráneo se ha reducido”
Según los investigadores, “los tiburones forman una parte importante del ‘tejido’ de la vida marina”. "Hemos detectado el regreso de los mismos tiburones a Hedera todos los inviernos, y este año profundizaremos en la investigación a fin de entender este fenómeno, y lo haremos con la ayuda de numerosos medios tecnológicos”, señaló Aviad Sheinin, quien dirige la sección de depredadores en la citada Estación Maurice Kahn de la Universidad de Haifa y con un doctorado en ese campo de estudio.
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El tiburón ballena detectado en la ciudad de Hedera.
(Hagai Nativ, Estación de Investigación Marina Maurice Kahn, Facultad de Ciencias Marinas, Universidad de Haifa)
Hace algún tiempo, investigadores de la Universidad de Haifa han publicado estudios sobre el tema porque se trata de un fenómeno único de agrupación de tiburones en las costas de Hedera, Ashdod y Ashkelón en el período invernal. Y se trata de grandes concentraciones, lo que no se ha observado en ningún otro lugar del mundo.
Los investigadores dicen que las hembras –los tiburones ballena– de color gris son en general las primeras en llegar a la zona. Después se suman mayoritariamente los llamados “tiburones aleta” machos, que se encuentran en peligro de extinción.
“El número de tiburones en el mar Mediterráneo disminuye a un ritmo vertiginoso como consecuencia de que pescan sus alimentos. Y también debido a la pesca de los propios tiburones para consumo humano, o porque los atrapan sin intención cuando pescan otras especies. Parte de lo que hacemos en la Estación Maurice Kahn para la Investigación Marina es estudiar el comportamiento de los tiburones a fin de reducir su captura no intencional. El objetivo es la conservación de este animal tan especial como importante”, contó Sheinin.
Además de investigar en el lugar, en la Dirección para la Naturaleza y los Parques de Israel dicen que está prohibido y es peligroso bucear cerca de los tiburones. En dicho organismo gubernamental “enfatizan que el encuentro con tiburones no se puede prever ni controlar. Asimismo, en el estuario de agua caliente de la Central Eléctrica, que es la zona en la que se concentran los tiburones, existen fuertes corrientes y remolinos que pueden poner en peligro a quienes hacen submarinismo. También ponen en peligro a los buceadores los numerosos equipos de pesca, como aquellos en que se utilizan ganchos y redes”.
El organismo regulador israelí informó que el tiburón está en peligro de extinción y es un valor natural protegido. "No se lo debe dañar, ni acosar, ni alimentar y demás, porque quien lo haga está violando la ley y corre el riesgo de un castigo criminal".
En la Dirección para la Naturaleza y los Parques dijeron que el tiburón está en vías de extinción y que es un elemento valioso y protegido de la naturaleza. “Por ello está prohibido hacerle daño, molestarlo, darle de comer y llevar a cabo otros actos similares, y todo el que lo haga está violando la ley y corre el riesgo de ser castigado por la vía penal”.
