Casi dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19, un equipo de investigadores israelíes desentrañó el misterio de larga data que es la causa de algunos de los peores síntomas de la enfermedad.
El equipo dirigido por la Universidad de Tel Aviv logró identificar las cinco proteínas del coronavirus en sí, conocidas como SARS-CoV-2, que son responsables de dañar los vasos sanguíneos de los pacientes infectados, lo que suele conducir a un ataque cardíaco o a un derrame cerebral.
"Nuestra investigación podría ayudar a encontrar objetivos para un fármaco"
Los investigadores esperan que la identificación de estas proteínas ayude a desarrollar fármacos dirigidos contra COVID-19 que reduzcan dichos daños. "Nuestra investigación podría ayudar a encontrar objetivos para un fármaco que se podría utilizar para detener la actividad del virus, o al menos minimizar el daño a los vasos sanguíneos", señaló el doctor Ben Maoz, uno de los líderes del estudio.
"Tendemos a pensar en el COVID principalmente como una enfermedad respiratoria, pero la verdad es que los pacientes con coronavirus tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco", agregó Maoz.
"Toda la evidencia muestra que el virus daña severamente los vasos sanguíneos o las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos. Sin embargo, hasta el día de hoy el virus ha sido tratado como una entidad. Queríamos averiguar qué proteínas del virus son responsables de este tipo de daño", explicó.
El coronavirus en sí está compuesto por un total de 29 proteínas diferentes, cada una de las cuales fue examinada cuando fue insertada en las células de los vasos sanguíneos humanos por los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, quienes pudieron identificar las cinco proteínas que causan daño a los vasos sanguíneos.
"Además, utilizamos un modelo computacional desarrollado por el profesor Roded Sharan, que nos permitió evaluar e identificar qué proteínas de coronavirus tienen el mayor efecto en otros tejidos, sin haberlas visto 'en acción' en el laboratorio", explicó Maoz.