Horas después de que los terroristas de Hamás atacaran el sur de Israel el 7 de octubre, el nuevo banco de sangre subterráneo y fortificado del país entró en acción.
El personal trasladó los equipos al búnker y empezó a salvar vidas.
Estaba previsto que el Centro Nacional de Servicios de Sangre Marcus de Ramla, cerca de Tel Aviv, abriera sus puertas en cuestión de días, pero con más de 1.400 personas muertas en Israel desde los ataques de Hamás -la mayoría fallecidas durante el ataque inicial- el calendario cambió.
4 צפייה בגלריה
El personal trabaja en el Centro Nacional de Servicios de Sangre Marcus de Magen David Adom, en Ramla, Israel, el 29 de octubre de 2023.
(AP Photo)
"Estaba muy claro que teníamos que seguir adelante con los planes de guerra porque éste era exactamente el momento, el acontecimiento para el que se había construido", declaró la Dra. Eilat Shinar, directora de la división nacional de servicios de sangre de Magen David Adom, el servicio israelí de urgencias.
Ubicada a unos 15 metros bajo tierra en su nivel más bajo, esta moderna instalación de 6 plantas y 135 millones de dólares está protegida de cohetes, misiles, ataques químicos y terremotos, lo que garantiza que el procesamiento de la sangre pueda continuar cuando más se necesita.
Shiner manifestó que el centro suministró decenas de miles de unidades de sangre en los días que siguieron a los ataques de Hamás.
4 צפייה בגלריה
El personal trabaja en el Centro Nacional de Servicios de Sangre Marcus de Magen David Adom, en Ramla, Israel, el 29 de octubre de 2023.
(AP Photo)
"Trabajamos muy duro para suministrar todo lo que necesitaban", comentó. "Tuvimos muchos heridos y tuvimos que tratarlos", recordó.
El antiguo banco de sangre, construido en la década de 1980, no era capaz de atender las necesidades del país en tiempos de guerra, y había quedado expuesto -pero no dañado- durante conflictos anteriores, según el centro.
Tras la tercera guerra de Israel contra Hamás en 2014, cuando los cohetes alcanzaron Tel Aviv y otras ciudades importantes, se empezó a hablar de la necesidad de crear unas instalaciones más protegidas.
El nuevo centro tiene capacidad para almacenar casi el doble de sangre que su predecesor -medio millón de unidades al año frente a 270.000- y tiene procesado más sangre de la que nunca hubo en las reservas de Israel.
4 צפייה בגלריה
El personal trabaja en el Centro Nacional de Servicios de Sangre Marcus de Magen David Adom, en Ramla, Israel, el 29 de octubre de 2023.
(AP Photo)
El nuevo edificio de acero y hormigón de 51.000 metros cuadrados procesa toda la sangre donada en Israel. Cuenta con un centro de transporte, un laboratorio molecular, un sistema de filtración de aire que permite al personal seguir trabajando incluso en caso de guerra química o biológica, y una sala de seguridad de 300 metros cuadrados blindada contra las amenazas de misiles más graves, según el centro.
A medida que las tropas israelíes se adentran en la Franja de Gaza, el centro se prepara para un posible aumento del número de víctimas que podrían necesitar transfusiones.
Desde que comenzó la guerra, miles de personas hicieron cola durante horas para donar sangre. A principios de octubre, el centro recibió 5.000 unidades de sangre en un día, cinco veces más de lo habitual, según su personal.
Los donantes de sangre ideales son los de tipo O, que puede donar con seguridad cualquier persona y puede ayudar a la gente más rápidamente.
Una vez donada la sangre, se traslada a los hospitales y se entrega directamente al ejército israelí para tratar a los soldados heridos.
"Durante la guerra, la sangre forma parte del proceso de reanimación, y la idea es tener reservas para poder donar sangre en cuanto se necesite", explicó Guillemette Thomas, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras.
