La crisis climática en Israel provocó un exceso de mortalidad en los últimos años, según un nuevo estudio publicado este martes.
El estudio del Ministerio de Protección del Medio Ambiente examinó los fenómenos meteorológicos extremos entre 2012 y 2020, que mostró que al menos 45 israelíes murieron de media en cada una de las olas de calor que afectaron al país durante esos años. Además, el estudio reveló que el impacto de la crisis climática se sintió más severamente entre los mayores de 70 años.
El estudio fue realizado por el Dr. Dan Yamin y el Dr. Erez Shmueli, de la Universidad de Tel Aviv, y encargado por la profesora Noga Kronfeld-Schor, jefa científica del Ministerio de Protección Ambiental.
Sumando los ocho casos de olas de calor examinados, se registró un exceso de mortalidad de 363 personas
En el marco del estudio, se realizó un análisis preliminar para examinar la presencia de un exceso de muertes en Israel durante las olas de calor, que se convirtieron en un acontecimiento frecuente en el Estado judío.
El ministerio explicó que el análisis se hizo examinando exceso de mortalidad según un modelo existente, que caracterizaba el patrón de mortalidad diaria en Israel y se basaba en datos de temperatura, humedad e infección respiratoria aguda; y comparando las semanas con olas de calor con las semanas adyacentes (independientemente de las previsiones del modelo).
El ministerio también contó que el estudio descubrió que, tras analizar la fecha utilizando ambos métodos, parece que Israel tuvo un aumento brusco y claro de la mortalidad en las semanas en las que hubo olas de calor.
Sumando los ocho casos de olas de calor examinados, se registró un exceso de mortalidad de 363 personas.
4 צפייה בגלריה
Un ejemplo (marcado con una flecha roja) de la mortalidad prevista (811) y la real (873) durante una ola de calor que comenzó en abril de 2013 en Israel.
(Ynet)
Algunos estudios sugieren que los efectos de las olas de calor en la hospitalización y la mortalidad son especialmente elevados en adultos, mujeres y poblaciones de bajo nivel socioeconómico
Tras la ola de calor del 26 de abril de 2013, murieron 871 personas, mientras que las proyecciones del modelo preveían una mortalidad semanal de 811, lo que da un exceso de mortalidad de 60 personas. Una gran parte de la anormalidad se observó en adultos mayores de 70 años, que representaron el 88,5% del total de muertes por la ola de calor.
El Ministerio de Protección Medioambiental aseguró que esta cifra es en sí misma una desviación de la norma, y constituye el 70-73% del total de fallecidos durante ese periodo de tiempo, lo que indica la alta sensibilidad de esta población a las olas de calor.
Además, en el estudio también se examinaron las olas de calor entre el 13 y el 19 de julio de 2012, el 1 y el 6 de septiembre de 2015, el 5 y el 11 de junio de 2016, el 1 y el 4 de mayo de 2018, el 23 y el 26 de julio de 2018, el 14 y el 22 de mayo de 2020 y el 4 y el 8 de septiembre de 2020.
Estas olas de calor fueron definidas como "eventos prolongados en los que la carga de calor es más pesada de lo normal y dura muchas horas del día".
"En las zonas de montañas y el interior de Israel, las olas de calor se caracterizan por altas temperaturas y baja humedad. En las tierras bajas y la llanura costera, las olas de calor se crean a partir de una combinación de altas temperaturas y una humedad relativamente alta que puede alcanzar el 70% o más en la costa durante la mayor parte del día", explicaron.
Pero las olas de calor no sólo afectan a la mortalidad. Estudios realizados en todo el mundo descubrieron que el número de hospitalizaciones y los gastos sanitarios también aumentan considerablemente.
"El estudio sugiere la necesidad urgente de realizar preparativos adecuados para la crisis climática que el ministerio lidera junto con el gobierno"
Tamar Zandberg, ministra de Protección del Medio Ambiente
Entre las causas de hospitalización se encuentran las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, el síndrome de dificultad respiratoria aguda y las enfermedades renales, que son más susceptibles a la fiebre, así como las enfermedades psiquiátricas y la deshidratación.
Además, algunos estudios sugieren que los efectos de las olas de calor en la hospitalización y la mortalidad son especialmente elevados en adultos, mujeres y poblaciones de bajo nivel socioeconómico.
La ministra de Protección del Medio Ambiente, Tamar Zandberg, afirmó que la crisis climática supone una amenaza real para la salud y vida de las personas.
"El estudio sugiere la necesidad urgente de realizar preparativos adecuados para la crisis climática que el ministerio lidera junto con el gobierno. Sin embargo, otros organismos gubernamentales y los municipios locales también deberían estar preparados para las olas de calor a fin de reducir la mortalidad temprana, el sufrimiento y los gastos médicos", remarcó.
La profesora Noga Kronfeld-Schor, jefa científica del ministerio, añadió que, en comparación con inundaciones o los incendios, en los que el impacto físico directo sobre la economía y la salud humana es claro, el efecto de las olas de calor es más complejo.
"Es importante entender las implicaciones médicas de las olas de calor para prevenirlas y estar preparados para ellas en la medida de lo posible, especialmente entre las poblaciones más débiles", manifestó Noga.
"La mayoría de los efectos sobre la salud se pueden prevenir mediante evaluaciones tempranas y sistemas de alerta que sean económicamente eficientes. Como parte del programa de evaluación del cambio climático de Israel, el Ministerio de Protección Ambiental actúa para prepararse para las olas de calor y el aumento previsto de su intensidad y duración", cerró.
