NSO Group, el desarrollador israelí de programas espía, está recurriendo a la Corte Suprema de los Estados Unidos para evitar una demanda de alto perfil presentada por el servicio de mensajería WhatsApp.
En una presentación ante la Corte Suprema, NSO señaló que debería ser reconocido como un agente de un gobierno extranjero y, por lo tanto, tener derecho a inmunidad bajo la ley estadounidense que limita las demandas contra países extranjeros. La solicitud apela a un par de fallos anteriores de la corte federal que rechazaron argumentos similares de la compañía israelí.
Facebook, matriz de WhatsApp, ahora llamada Meta Platforms Inc., demandó a NSO en 2019 por apuntar con spyware altamente sofisticado a unos 1.400 usuarios de su servicio de mensajería cifrada. WhatsApp está tratando de bloquear a NSO de las plataformas y servidores de Facebook.
Otorgar inmunidad soberana a NSO obstaculizaría en gran medida el caso de WhatsApp. También podría proporcionar protección contra un proceso de descubrimiento potencialmente arriesgado que podría revelar a sus clientes y secretos tecnológicos. NSO está buscando que se desestime todo el caso.
En su petición, NSO dijo que los tribunales inferiores han dado opiniones encontradas sobre la inmunidad soberana a lo largo de los años y que era crucial que la Corte Suprema se pronunciara sobre un tema que tiene grandes implicaciones de seguridad nacional para los gobiernos de todo el mundo.
"Muchas naciones, incluido Estados Unidos, dependen de contratistas privados para llevar a cabo o apoyar actividades gubernamentales básicas", escribió en la presentación del 6 de abril. "Si tales contratistas nunca pueden buscar inmunidad ... entonces Estados Unidos y otros países pronto pueden encontrar sus operaciones militares y de inteligencia interrumpidas por demandas contra sus agentes".
El producto estrella de NSO, Pegasus, permite a los operadores infiltrarse de forma encubierta en el teléfono móvil de un objetivo, obteniendo acceso a mensajes y contactos, la cámara y el micrófono y el historial de ubicaciones. La empresa dice que vende el producto sólo a las agencias gubernamentales de aplicación de la ley para atrapar a criminales y terroristas y que todas las ventas están aprobadas por el Ministerio de Defensa de Israel. No identifica a sus clientes.
Pero los críticos dicen que varios clientes, incluidos Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Polonia, han abusado del sistema para espiar a los críticos y sofocar la disidencia. WhatsApp dice que al menos 100 de los usuarios conectados a su demanda eran periodistas, activistas de derechos humanos y miembros de la sociedad civil.
NSO alega que no tiene control sobre cómo sus clientes usan el producto y no tiene acceso a los datos que recopilan, aunque afirma que tiene salvaguardas para evitar abusos. Los críticos, no obstante, dicen que estas salvaguardas han resultado insuficientes.
"El spyware de NSO invade los derechos de ciudadanos, periodistas y activistas de derechos humanos en todo el mundo, y sus ataques deben ser detenidos", señaló WhatsApp en un comunicado.
"Dos tribunales de Estados Unidos ya han rechazado la oferta artificial de inmunidad de NSO y creemos que no hay razón para que la Corte Suprema escuche su último intento de evitar la rendición de cuentas", dijo, y agregó que múltiples grupos de derechos humanos y compañías tecnológicas han dicho que otorgar inmunidad a las compañías de spyware "sería peligroso para el mundo".
El caso de WhatsApp se encuentra entre una serie de batallas legales que afectan a NSO. Apple presentó el año pasado una demanda que, según dice, tiene como objetivo evitar que NSO irrumpa en sus productos. Afirmó que Pegasus había afectado a un pequeño número de usuarios de iPhone en todo el mundo, llamando a los empleados de NSO "mercenarios amorales del siglo XXI".
El año pasado, NSO también fue incluido en la lista negra por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, lo que limita su acceso a la tecnología de los Estados Unidos. Funcionarios estadounidenses informaron que los productos de la compañía eran cómplices de la "represión transnacional".
NSO parece enfrentar un desafío formidable. Para empezar, la Corte Suprema acepta considerar sólo el 1% más o menos de las solicitudes que se le presentan. Podrían pasar meses antes de que el tribunal decida si revisa el caso. Pero, incluso si lo hace, NSO tendría que convencer al tribunal de que es un agente estatal y tiene derecho a inmunidad.
Eugene Kontorovich, profesor israelí-estadounidense en la Facultad de Derecho Scalia de la Universidad George Mason y director de su Centro para oriente Medio y Derecho Internacional, dijo que era un caso "muy interesante" y "muy serio". Pero agregó que era escéptico respecto de que prevaleciera el recurso presentado por NSO.
"Son una empresa de software. Crean un producto que ha sido licenciado a gobiernos extranjeros y que los gobiernos pueden usar", explicó. "Un agente generalmente es algo de un estándar mucho más alto", agregó.
