El coronavirus se propagó en el Centro Israelí de Alzheimer, en la ciudad de Ramat Gan. Una trabajadora de la institución fue diagnosticada con la enfermedad, y en el lapso de dos semanas desde que fuera confirmado el caso, diez residentes del lugar fueron infectados. Dos de ellos fallecieron ayer (miércoles); una de ellas fue Bat Sheva Vita, de 74 años y oriunda de Tel Aviv.
Vita dejó a un esposo de 80 años, tres hijos y ocho nietos. El domingo pasado, sus familiares fueron autorizados a ingresar a su habitación del hospital Ichilov, en Tel Aviv, para despedirse de ella. Sus seres queridos cantaron una canción titulada “Ima iekará li” (“Mi mamá querida”). Su hija, Rinat, la acarició en su cama y le dijo: “Nosotros estamos aquí, aunque no estemos físicamente. Aquí hay ángeles que te atienden y te cuidan. Estás en las mejores manos. Mamá, vida mía, sé fuerte. Estaremos acá para ti siempre. No sufras, pero lucha como una leona. Papá te espera”.
“El domingo me permitieron ingresar para visitar a mi madre, y me dijeron que era para despedirse o darle fuerzas”, declaró Rinat a Ynet. “Decidimos ser optimistas y quisimos creer que podríamos fortalecerla. Ella luchó con todos sus fuerzas y no perdíamos las esperanzas, pero ayer murió”, agregó.
Bat Sheva Vita, que también sufría de diabetes, vivió durante el último año y medio en el Centro Israelí de Alzheimer. Desde la festividad de Púrim, los familiares de los residentes de la institución no tenían permitido visitar a sus seres queridos. “Una de las trabajadoras contrajo el virus, y aparentemente contagió a la mujer que vivía en la habitación junto a mi madre, por lo que ella también fue infectada”, explicó la hija. “Después de que mi madre diera positivo por coronavirus, fue trasladada a un hospital geriátrico en Jaffa. Y hace una semana y media fue llevada al hospital Ichilov en grave estado. Los médicos lucharon para salvarle la vida y no se rindieron nunca”, añadió Rinat.
Rinat, además, envió un mensaje a las familias que tienen a sus seres queridos internados por coronavirus en grave estado para que insistan en poder darles un último adiós, porque según la hija de Bat Sheva, uno de los peores lados de la enfermedad es la soledad. “Quiero darles fuerzas a otras personas para que no se rindan y no pierdan las esperanzas. Debe permitirse que esa gente pueda despedirse de sus familiares, o bien darles fuerzas. No hay nada más difícil para ellos que la soledad que atraviesan, es lo que más los paraliza y atemoriza”, sostuvo Rinat.
En el Centro Israelí de Alzheimer de Ramat Gan hay alrededor de 160 internados. Nitai Eliash, director de la institución, declaró a Ynet que “la propagación del coronavirus comenzó la primera semana de abril, y hasta ahora se han descubierto diez casos confirmados en el centro. Comenzamos a cerrar el lugar paulatinamente desde el principio para no poner en riesgo a los pacientes. Los departamentos están cerrados, y a pesar de que sea difícil para las familias, lo hicimos porque son personas que están expuestas a un alto riesgo”.
