"Te respondo después. Estoy en la policía para presentar una denuncia por amenaza de muerte. Al-Qaeda ha declarado una fatwa en mi contra", me escribió el imán Hassen Chalghoumi, después de que le enviara un mensaje de texto para programar una entrevista con él. Después de años de burlarse de él y afirmar que no representaba a los musulmanes en Francia, hoy, mientras va de un estudio de televisión a otro, Chalghoumi, uno de los imanes más prominentes del país, que ha estado luchando contra el Islam extremista desde 2005, es la voz moderada del islam francés.
Aparentemente, sus profecías sobre el terrorismo que movimientos islamistas radicales iban a llevar a Francia y a otros países de Europa se han hecho realidad. De hecho, en las últimas semanas, se han producido una ola de ataques atroces por parte de terroristas islámicos: en un tranquilo suburbio de París, un extremista le cortó la garganta a Samuel Paty porque mostró a sus estudiantes caricaturas de Mahoma como parte de un debate sobre la libertad. El asesino, Abdullakh Anzorov, un joven de ascendencia chechena, creció en Francia. El 29 de octubre, un terrorista tunecino mató a tres personas en una iglesia de la ciudad de Niza, en el sur de Francia, degollando a dos de ellas. Y hace unas dos semanas, cuatro personas perdieron la vida en un ataque terrorista en Viena, la capital de Austria, que comenzó cerca de la sinagoga local y continuó en otros cinco puntos en el centro de la ciudad.
"Es una barbarie", expresa molesto el imán, en referencia a la serie de ataques. "No existe tal cosa como lobos solitarios. El terrorista que decapitó al maestro, el que asesinó a tres personas en Niza o el de Viena, tienen 20 y 21 años. Ellos son el eslabón débil; les lavaron el cerebro. Son mercenarios, que actúan por dinero o por ideología. Si yo fuera a Niza, ¿acaso sabría dónde está esta iglesia? Claramente, alguien preparó al terrorista para el ataque".
- ¿Por qué decapitan a las víctimas?
- Para imponer terror. En todo el Corán hay una mención sobre la decapitación para asustar al enemigo. El faraón también, en el Corán, quería cortar las manos y los pies de Moisés. Los videos de decapitaciones de ISIS y Al Qaeda todavía circulan en internet y nadie los elimina. Realmente no tiene nada que ver con el islam. Admito que le tengo mucho más miedo a los ataques con cuchillo que a los que se llevan a cabo con armas de fuego. Son más comunes. Ustedes en Israel conocen este tipo de atentados desde hace veinte años. Europa tiene mucho que aprender de ustedes sobre este tema.
- ¿Europa está preparada para hacer lo que se necesita?
- Austria y Francia son los únicos países de Europa que han implementado o tienen la intención de implementar una estrategia de mano dura contra el islam radical, por lo que no es una coincidencia que sean unos de los objetivos predilectos del terrorismo. Pero el temor debe cambiar de bando. Europa debe dejar de tener miedo y los islamistas deben comenzar a tenerlo. No es posible que los imanes moderados, la comunidad judía y los periodistas sean los que lleven un chaleco antibalas. Es necesario aplicar un severo castigo.
"El terrorista que degolló al reverendo Jacques Hamel en una iglesia de Normandía en julio de 2016 llevaba una pulsera electrónica porque ya había intentado escapar a Siria. Hace aproximadamente un año, se había informado sobre el fanatismo del asesino del maestro Samuel Paty. Además, el terrorista en Viena había sido encarcelado por colaborar con actividades terroristas. Europa debe despertar y dejar de conformarlos. La ingenuidad y la debilidad cuestan sangre”, agrega el imán.
"La extrema izquierda grita 'racismo' cada vez que se critica a las organizaciones islamistas. ¿El día antes del ataque eran musulmanes y después del ataque ya no? Si el problema no se diagnostica no se puede resolver. El islam extremista es tóxico para la religión musulmana. Estamos en guerra", expresa Chalghoumi.
¡Dios, qué monstruo!
Podría decirse que la ola actual de ataques terroristas comenzó el 2 de septiembre, con el inicio del juicio por el ataque contra un supermercado y la revista satírica Charlie Hebdo, que tuvo lugar en enero de 2015, cuando dicha revista volvió a publicar las caricaturas del profeta Mahoma.
- ¿Qué opinas de las caricaturas de Charlie Hebdo?
- Por supuesto que me molestan. No me agrada cuando insultan a una religión. Personalmente, no me gusta Charlie Hebdo. No leo la revista ni la compro. ¿Y qué? ¿Le da a alguien el derecho a reaccionar violentamente? Esta publicación se ríe de todos, también de Moisés o el papa. ¿Por qué los judíos o los católicos no reaccionan violentamente? Los extremistas islámicos no han entendido que ese es el significado de la democracia. Se trata de humor. En Francia está permitido reírse de la religión. La libertad de expresión y el laicismo son aquí valores sagrados. Además, incluso hace unos 400 o 500 años hubo eruditos en el islam que utilizaron la sátira".
- Pero la posición del presidente francés Emmanuel Macron, que dice "no renunciaremos a la libertad de expresión", ¿no le costará a los franceses más ataques?
- Un musulmán extremista es un musulmán extremista. No cambiará incluso si la posición de las autoridades francesas se vuelve más conciliadora sobre el tema de las caricaturas. Los extremistas no creen en el diálogo. Quieren sembrar la muerte. El único camino para ellos es la confrontación y el odio. Si la propia sociedad musulmana no logra detenerlos, la República Francesa debe responder. Macron debe ser muy decidido y hacer cumplir las leyes estatales.
El imán conoce bien a uno de los instigadores del asesinato del maestro. El padre de uno de los estudiantes se quejó por la clase de ciudadanía del docente al director de la escuela, acompañado por el predicador extremista Abdul Hakim Al-Sahrawi. Los dos publicaron videos en línea en los que aparecen los nombres del maestro y de la escuela secundaria donde enseñaba. También estuvieron en contacto con el perpetrador unos días antes del asesinato. Al-Sahrawi está relacionado con los Hermanos Musulmanes, y la organización que fundó, el Colectivo Sheikh Yassin, fue una de las disueltas por el gobierno francés tras el último ataque.
"Durante más de medio año, entre diciembre de 2009 y junio de 2010, Abdul Hakim Al-Sahrawi y su organización se manifestaron todos los días frente a la mezquita donde trabajo", dice el imán. "¿Por qué? Porque yo estaba en contra del burka e invité al presidente del Consejo de Organizaciones Judías de Francia a la mezquita. Todos los días gritaban consignas a favor de Hezbollah y Hamás, quemaban banderas israelíes, me atacaron y presentaron demandas, en una de ellas afirmaron que en el templo había cámaras que enfocaban a las mujeres que venían a rezar", agrega.
"Distribuyeron 60.000 folletos en la ciudad todos los días. Escribieron que no se debía donar dinero a la mezquita al final de la oración, porque yo se lo entrego a organizaciones judías, que a su vez se lo pasan a los israelíes y así se financia el asesinato de palestinos. Durante dos o tres meses no tuvimos más donaciones. Hay muchos idiotas y gente ingenua que creyeron sus historias. Dios mío, qué monstruo es este hombre. Tanto odio", afirma Chalghoumi.
- ¿Cómo lograste finalmente detenerlos?
- La policía había emitido una orden de restricción para que no pudieran acercarse a la mezquita. Todas estas asociaciones extremistas tienen abogados. Saben exactamente cuáles son las debilidades de Francia y Europa en términos de legislación y cómo no cruzar la línea roja para que no sean declaradas hostiles al Estado.
- Entonces, ¿por qué Francia decidió recién ahora disolver la organización, junto con algunas otras agrupaciones del islam radical?
- No quisieron reconocer la realidad. Estas organizaciones tienen mucho dinero. Están financiadas por Irán, Turquía y Catar. Vienen en grandes grupos con equipos, parlantes, micrófonos, automóviles, etc. Cuando las autoridades disolvieron la organización, pensé: “Dios mío, ¿ahora se acuerdan? En 2015, Abdul Hakim Al-Sahrawi también pidió llevar a cabo la yihad (guerra santa). Desde hace diez años que he estado protestando al respecto y, en mi opinión, lamentablemente aún no hemos terminado con la ola de ataques terroristas".
Los ataques de musulmanes contra Chalghoumi
En un servicio conmemorativo nacional en homenaje al maestro Samuel Paty, el presidente Macron anunció que aceleraría la implementación de su plan para luchar contra los extremistas musulmanes en el país. Cuando el imán publicó un mensaje de apoyo a las palabras del mandatario francés en su página de Facebook, recibió 11.000 respuestas. "Al menos 7.000 de ellas estaban cargadas de insultos. Dejé de leer", sostiene.
Los internautas no sólo lo insultaban, sino que además lo amenazaban de muerte. Su esposa y sus cinco hijos viven en el extranjero con un nombre falso y están regularmente rodeados de guardaespaldas. Mientras hablamos, se le acerca un hombre que, por su apariencia, parece pertencer a algún servicio secreto. Se abrazan cálidamente a pesar del coronavirus, e intercambian novedades sobre sus hijos. Resulta que ese hombre es su exguardaespaldas, que ahora protege uno de los cónsules de la Embajada de Israel, que está sentado no lejos de nosotros, en el mismo café. El imán se apresura a saludar al diplomático. "Conozco a todos, es gente muy agradable", dice mientras regresa a la mesa.
El imán nació en Túnez hace 48 años, de padre veterinario y madre ama de casa. Adquirió su educación religiosa en un largo viaje entre los centros del islam en el mundo: Damasco de la década de 1990, Irán, Pakistán e incluso India. Chalghoumi manifiesta: "Viajar me ha dado una perspectiva diferente del mundo. Los musulmanes no son la mayoría (risas)". El imán también remarcó su compromiso con la República francesa. "Es nuestro deber adaptarnos al lugar donde vivimos", asevera.
Chalghoumi lleva años advirtiendo sobre el surgimiento del islam radical en Francia. "Tenían su sede en Francia a principios de la década de 1990, pero solo ahora se habla de ellos. Ya en 1999, cuando yo estaba a cargo de los ferrocarriles franceses, había hombres allí que no querían estrechar la mano de sus colegas mujeres y se negaban a usar los asientos en los que ellas se habían sentado antes, debido a que podían oler el olor de su perfume. "Les dije que yo había crecido en un país musulmán y nunca había visto a nadie comportarse de esa manera, que nunca había visto tanto odio”.
Sus detractores suelen decir que él no representa a un grupo o corriente importante del islam en Francia. Muchos lo ven como un activista, que adula al establishment político y se burlan de su forma de hablar francés. Pero ahora, con el lanzamiento del programa de Macron, los expertos y académicos equipados con tablas, datos y encuestas están repitiendo exactamente las mismas cosas que el imán ha advertido durante años: los franceses publicaron un estudio que analiza la forma en que el islam radical penetró en Francia y la importancia de las redes sociales en la radicalización del país.
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El apoyo del imán a las políticas de Macron contra el islam radican generaron reacciones de odio por parte de muchos musulmanes franceses.
(Gettyimages)
Chalghoumi presentó sus propuestas para luchar contra el islam político hace tres semanas al ministro del Interior, Gérald Darmanin. "Mi programa se basa en tres áreas", explica. "En primer lugar, educación. Muchos de los niños viven en familias con realidad duras y los padres no siempre les enseñan a integrarse en la cultura del país en el que crecen. Se les debería enseñar que no odiamos a los judíos, ni a Occidente ni a la humanidad. Los valores humanos no son enemigos del islam”, añade.
“En segundo lugar, se necesita una política de mano dura en las redes sociales. Al menos 2.300 sitios extremistas operan en francés. Para estas organizaciones era más difícil difundir su mensaje en las redes sociales. Hoy, lamentablemente, la oferta es enorme. Es hora de que los gigantes de las redes asuman la responsabilidad y eliminen los mensajes y sitios peligrosos”, indica. “El tercer principio es regular las clases de los imanes en el país para que puedan difundir el islam ilustrado y monitorear el estudio en árabe en el país, para que no tengan lugar en las mezquitas extremistas ciertas interpretaciones del Corán que marcan tendencia", agrega.
Pero educar a una nueva generación de musulmanes en Francia parece en la actualidad un objetivo difícil de lograr. El país tiene más de 2.500 mezquitas y la mayoría de los imanes proceden de países árabes. Algunos ni siquiera hablan francés. Según el plan de Macron, los imanes extranjeros serán reemplazados por predicadores franceses, que serán preparados en el país. Pero encontrar un imán francés es muy difícil, por lo que hallar 2.500 es una tarea imposible.
Por este motivo, Chalghoumi quiere establecer una institución francesa que capacite al clero local. Cuando habla de este programa, sus ojos brillan. Con este fin, creó su propia organización, el "Consejo de Imanes", que reúne a unos 80 imanes franceses y europeos, y ya ha preparado un programa de tres años, que incluirá estudios árabes, el Corán, el derecho islámico, así como la historia de Francia y la filosofía. "Si tuviera diez aulas, con 20 estudiantes en cada una de ellas, en tres años puedo formar a un tercio de los imanes necesarios para las mezquitas en Francia y acabaremos con este asunto", dice. Chalghoumi afirma que la institución también capacitaría a mujeres para luchar contra la exclusión de las instituciones religiosas musulmanas.
Por supuesto, no es el único que quiere hacerse con el control de esta formación estratégica. El Consejo Francés del Islam, la institución oficial que representa a los musulmanes en Francia, cree que esta organización es la indicada para la creación de una escuela de imanes. "El Consejo, que se supone que nos representa ante las autoridades, es un cascarón vacío", expresa Chalghoumi. "Está financiado principalmente por Turquía, en tanto la Gran Mezquita de París, que es la segunda organización más grande, recibe donaciones de Argelia. Nunca serviré en una de esas instituciones", añade.
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Chalghoumi mantiene una excelente relación con la comunidad judía de Francia.
(Itay Blumenthal)
“Lloré y pedí perdón”
Naturalmente, e imán tiene una cálida relación con la comunidad judía. "Chalghoumi nada contra la corriente. Pocas personas se expresan como él", dice Francis Califa, presidente del Consejo de Organizaciones Judías de Francia. "No hay servicio conmemorativo o manifestación contra el antisemitismo en los que no esté presente. Es un hombre de visión, una voz importante en el islam francés y su opinión es cada vez más considerada", agrega.
Durante casi 15 años, Chalghoumi ha invitado a Califa, junto a representantes de todas las religiones, a la cena de Eid al-Fitr que marca el fin del Ramadán, en la Mezquita El Nur (Luz) que preside, en la ciudad de Drancy. Este es un gesto que no debe subestimarse. Drancy es una ciudad satélite abarrotada, a 11 km al noreste de París, del tipo que asusta a las autoridades: una segunda generación de inmigrantes del norte de África, muchos jóvenes, y con 20% de desempleo. "Casi me linchan cuando invité a Califa a la cena navideña", recuerda Chalghoumi entre risas. “Les dije: '¿Les molesta? La próxima vez invitaré al embajador israelí. Haré todo lo posible para unir a las comunidades'”, añade.
Chalghoumi también se asegura de asistir a la ceremonia de conmemoración del Holocausto todos los años. En 2005, después del evento, desconocidos irrumpieron en su casa y causaron destrozos. "La policía me dijo que actualmente hay bandas de gitanos deambulando por la ciudad. Yo les dije: ‘he vivido aquí durante siete años, ¿y justo ahora sucede esto?’ No querían escuchar", recuerda el imán.
Chalghoumi cree que se puede cambiar la actitud de los musulmanes hacia los judíos e Israel. “Un día fui a Montfermeil (una ciudad cercana a París con una gran población musulmana). Allí conocí a un joven y le pregunté si conocía a alguien llamado 'Muhammad Rasullah' que viviera en la zona. Me dijo que no. Le pregunté: '¿Sabes qué significa el nombre? Muhammad, el mensajero de Dios’. Me respondió: 'Basta, basta, estás del lado de los judíos, los sionistas'”, cuenta.
“He escuchado a jóvenes citar versos del Corán que difaman a los judíos. Siempre les pregunto: '¿Saben dónde está escrito? ¿En qué contexto?'. Sí, hay textos cargados de odio hacia los judíos en el Corán. Así es, y ningún imán o maestro del mundo podrá cambiarlo. Son 64 de 6.236 versículos. Esto es historia, a veces es oscura y debe estar acompañada de explicaciones”, aclara el imán.
"Llevé a mis hijos a Belén, para ver los lugares sagrados para el cristianismo, y también a Jerusalem, para conocer los sitios sagrados para judíos y musulmanes. Les expliqué que el problema entre Israel y los palestinos es político: es como una pelea de una pareja o una pelea por la herencia. Mi hija está estudiando medicina, y tuvo que enfrentarse con el más antisemita de la clase. Ella lo mandó a callar. Le dije que estaba muy orgulloso de ella, pero que tuviera cuidado”, relata Chalghoumi.
"Incluso me reuní con el presidente [de Israel, Reuven] Rivlin. Estaba muy emocionado de hablar con él en árabe. Me explicó que su padre tradujo el Corán al hebreo. Realmente me conmovió”, comenta. También se reunió con Netanyahu. “Tengo una foto con su dedicatoria: 'Eres mi campeón', escribió”, recuerda.
Chalghoumi también visitó la tumba de Miriam Monsongo, la niña de ocho años que fue asesinada por Muhammad Marah en un ataque de 2012 contra la escuela Otzar HaTorah en la ciudad de Toulouse. "Lloré y me disculpé con ella, en árabe. 'Lo siento Miriam, te llevaron tan joven, eras una beba. Lo siento. Esta no es mi religión. Estos son criminales'. Fue especialmente horrible porque mi hija se llama Miriam y me imaginé lo doloroso que era", manifiesta.
Durante sus visitas a Israel, también fue a la Autoridad Palestina y a Gaza. “Visité Gaza en enero de 2009. Los miembros de Hamás querían fotografiarse con nosotros. Les dije que no. He estado luchando contra el islam político desde 1990; llevaron a cabo una masacre en Argelia y socavaron la estabilidad del régimen en Túnez. Ellos se molestaron. Les dije que no se preocuparan, que sólo nos quedaríamos un par de horas y nos iríamos. Preferí fotografiarme y cantar en árabe con niños en una escuela católica", señala.
- ¿Ha tenido contactos con funcionarios de la Autoridad Palestina?
- Me reuní con el Ministro de Asuntos Religiosos en Ramallah, que andaba con guardaespaldas. Le pregunté de quién tenía miedo y admitió que era de Hamás. Me reí de él. Le dije que tenemos guardaespaldas por la misma razón y que dijera la verdad, que no eran los israelíes quienes lo amenazaban. Me respondió que era un asunto interno. Abdullah Azzam, uno de los líderes de la [organización terrorista palestina] Yihad Islámica, dijo: “Si tienes diez balas en la pistola, usa nueve contra los traidores y una contra el enemigo”. Esta es la realidad, tanto en Israel como en Francia.
- ¿Cree que el antisemitismo en la comunidad árabe de Francia disminuirá si se encuentra una solución al problema palestino?
- Seamos honestos. El antisemitismo existía antes del establecimiento de Israel. ¿Este asunto aumenta el antisemitismo? Ciertamente. En el mundo árabe, ha habido una política durante 70 años de que los israelíes son monstruos que matan niños, por lo que, por supuesto, se crea odio. Lentamente, todo se arreglará. Verá, Omán y Arabia Saudita se unirán a los acuerdos después de Emiratos y Bahrein, y el antisemitismo allí disminuirá. La broma que se cuenta aquí es que el último país árabe en unirse a los acuerdos será Francia.
"Estoy muy orgulloso del pueblo judío. Aún hay esperanzas de que todo mejore con nuestros primos. El mundo árabe cuenta con 1.800 millones de personas. Los que están en su contra son una minoría", concluye el imán.
