Sala de atención por coronavirus en el Hospital Sheba en Tel Aviv.
Sala de atención por coronavirus en el Hospital Sheba en Tel Aviv.
AFP
Dan y Miriam fueron sepultados juntos en Petach Tikva.

Pareja de israelíes muere por COVID-19 con dos horas de diferencia

Dan y Miriam nacieron en Israel antes de la fundación del Estado y fueron sepultados juntos en Petach Tikva. “Se fueron al cielo de la mano”, describió su hija.

Raanan Ben Tzur - Adaptado por Tom Wichter |
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Dan y Miriam Portman, una pareja octogenaria israelí, fueron enterrados esta semana en Israel después de que ambos murieran a causa del coronavirus con dos horas de diferencia.
“La realidad nos dio un golpe cruel”, contó su hija Tammy horas después del doble entierro en un cementerio de Petach Tikva, quien relató un poco sobre la historia de vida de sus padres que nacieron en Israel en los años previos a la fundación del Estado.
“Papá luchó en las guerras israelíes en la brigada de paracaidistas y después fue granjero, hacía florecer la tierra, era un hombre amado y generoso. Se mantuvo activo e independiente hasta el día que se enfermó de coronavirus”, describió Tammy. En tanto, sobre su madre señaló que “luchó en el Palmaj cuando tenía 16 años, trabajó varios años como enfermera y cuando se jubiló continuó ejerciendo como voluntaria”.
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Dan Miriam Coronavirus
Dan Miriam Coronavirus
Dan y Miriam fueron sepultados juntos en Petach Tikva.
(Gentileza)
Ambos enfermaron de COVID-19 hace dos semanas junto con la cuidadora que convivía con ellos. El domingo temprano empeoró la situación de Dan y fue trasladado a un hospital en el que murió alrededor de las 17.30. “Dos horas después, cuando fuimos a visitar a mi madre, ella dio su último suspiro”, relató la hija.
“Mi madre era una mujer enferma y sabíamos que sus días estaban contados, pero mi padre se mantenía fuerte, desde hace 20 años realizaba tareas voluntarias en un hospital, conducía su auto para visitar a sus nietos”, dijo Tammy.
“Les encantaba sentarse juntos durante horas, tomarse de la mano y acariciarse. Cuando papá murió su alma la llamó a ella y subieron al cielo de la mano”, completó emocionada una de las tres hijas de Dan y Miriam, quienes hoy son llorados por 8 nietos y 16 bisnietos.
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