Efraim Halevy
Efraim Halevy
Gilad Kavalerchik
Un soldado de las FDI durante la guerra.

Jefe del Mossad durante la Guerra de Yom Kipur: "Que la CIA me bese el trasero"

Efraim Halevy relató una anécdota de los días dramáticos al comienzo del conflicto de 1973, cuando el más fuerte aliado de Israel estaba reteniendo la ayuda a la espera de ver quién ganaría.

Itamar Eichner - Adaptado por Iñaki Landivar |
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El jefe del Mossad durante la guerra de Yom Kipur de 1973 dijo al subdirector de la CIA que le “bese el trasero” mientras Israel luchaba por su supervivencia tras el sorpresivo ataque de países árabes en el día más sagrado del calendario judío.
La anécdota surgió cuando otro ex jefe del Mossad, Efraim Halevy, discutió su rol durante la guerra como el representante de la agencia de inteligencia en la embajada israelí en Washington.
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Guerra Yom Kipur
Guerra Yom Kipur
Un soldado de las FDI durante la guerra.
(David Rubinger)
Según explicó en una conferencia de Limmud FSU la semana pasada, Halevy fue convocado el tercer día de la guerra por el subdirector de la CIA Vernon Walters, con quien tenía una relación amistosa.
“Estaba sentado en su escritorio con una expresión seria. Me dijo que había estado recibiendo desde hacía 48 horas pedidos desesperados de ayuda desde Israel, con la situación en su peor estado desde la Guerra de Independencia de 1948. Pero tenían que saber cómo era realmente la situación tras tres o cuatro días de guerra”, explicó.
Halevy detalló que los estadounidenses querían saber si su ayuda era aún relevante: ”La política estadounidense es apoyar al victorioso, por lo que querían un reporte oficial del estado exacto de las FDI e Israel en ese momento”.
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Guerra Yom Kipur
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Tropas heridas en plena evacuación.
(IDF )
Walters le dio a Halevy hasta el final del día para proveer la información o nunca lo volvería a ver y la CIA cortaría toda relación con Mossad e Israel. Como no tenía la autorización para proveer esa información, Halevy corrió a la embajada israelí para enviar un telegrama urgente a Jerusalem.
“En media hora recibí una llamada no segura del director del Mossad Zvi Zamir, quien me preguntó acerca del significado del mensaje. Le dije que estábamos hablando en una línea no asegurada y respondió que estaba al tanto. Me di cuenta de que lo hacía a propósito para que quien estuviera espiando en Washington pudiera escuchar la conversación. Me dijo que llamara al tipo con quien me había reunido y le dijera que le besara el trasero”, detalló.
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Efraim Halevy
Efraim Halevy
Efraim Halevy
(Gilad Kavalerchik)
Halevy remarcó también que, en ese momento, las FDI no sabían con precisión qué estaba ocurriendo en el campo de batalla. Tras una semana de guerra, Israel había perdido un tercio de su Fuerza Aérea y un tercio de sus tanques.
Según Halevy, si la situación hubiera continuado, Israel se habría visto indefensa, por lo que el reporte no debía engañar a los estadounidenses y a la vez demostrarles que estaban apoyando al bando ganador.
El coronel Yuval Ne’eman aceptó la tarea y completó el informe en 24 horas, y Halevy y el general mayor Motta Gur se encontraron con el director de la CIA William Colby y el secretario de Estado James Schlesinger.
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Guerra Yom Kipur
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El campo de batalla.
(David Rubinger)
“Se nos pidió que entregáramos el reporte solo a ellos. Nosotros hablaríamos y ellos escribirían todo, pero ellos luego nos dijeron que no necesitaban escribir nada porque podían recordar todo. Ahí nos dimos cuenta de que había un dispositivo de grabación en la sala”, describió.
Estados Unidos eventualmente envió un convoy de la Fuerza Aérea con ayuda militar, pero, según Halevy, esto no fue lo que inclinó la balanza en favor de Israel, ya que la mayor parte del equipo llegó tras el fin de la guerra.
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Guerra Yom Kipur
Guerra Yom Kipur
Soldados de las FDI durante la guerra.
(IDF)
“La clave fue nuestro amigo en la CIA, el jefe de contrainteligencia James Angleton, quien se aseguró de que recibiéramos imágenes satelitales de los campos de batalla. Nos dieron imágenes en tiempo real de las ubicaciones de todos los vehículos. Trabajamos día y noche para descifrar la información que llegaba, y eso es lo que determinó la guerra”, explicó.
“No había un tratado de defensa entre Israel y Estados Unidos en ese entonces, por lo que la pregunta era si los estadounidenses nos ayudaban para servir sus propios intereses. Nos ayudaron porque sentían simpatía por nosotros y porque se dieron cuenta de que con su ayuda teníamos una verdadera chance de ganar”, cerró.
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