Después de casi 15 años de deterioro visual, hasta el punto de la ceguera total, Ami Paz, de 70 años, pudo volver a ver con el ojo derecho después de someterse a un trasplante de córnea mediante un método innovador. Ahora que ha vuelto a trabajar en sus obras de vidrio, expresó: "Hasta el trasplante yo estaba en la oscuridad, incluso una donación de algo pequeño como córneas puede cambiarlo todo. En nuestra familia, todos somos donantes, consideramos que es muy importante. Cualquier donación de este tipo es toda una vida".
A la edad de 70 años, Ami Paz, un jubilado y artista de vidrio de Jerusalem, dependía por completo de la bondad de los demás, debido a que había perdido por completo la vista en ambos ojos por la enfermedad del queratocono: un mal que causa deformidad en la córnea y la distorsiona. "La visión se daña al punto que sólo se ve como una gran niebla”, dijo Ami, quien se vio obligado a abandonar su trabajo por la enfermedad. Sin embargo, pudo encontrar otro más gratificante para él.
"Abandoné mi trabajo por la enfermedad a los 55 años. A pesar de mi visión deteriorada, todavía quería hacer algo. Empecé a dedicarle más tiempo al arte de vidrio, que antes hacía solo como un pasatiempo", recordó. Y agregó: “No es para ganarme la vida sino para el alma. Empecé a hacer pantallas de lámpara de vidrio en el estudio de mi casa. Había perdido la luz en mis ojos, por lo que volví a la luz a través del vidrio que iluminaba”.
"No veo nada con el ojo izquierdo debido a los reiterados trasplantes y al glaucoma que se complicó. Perdí el nervio óptico en el ojo, por lo que perdí la vista de manera total”, cuenta. Hasta hace unos años, podía ver con su ojo derecho, pero en los últimos años, su visión en ese ojo también se deterioró.
Ami se refirió a las dificultades para dedicarse al arte que tanto ama y para desenvolverse en la vida diaria en un estado de ceguera casi total. "No podía prepararme café por la mañana y dependía completamente de los demás. No tenía vida. Me sentaba en el patio y tropezaba en la oscuridad. Sólo podía escuchar la radio o los libros grabados, pero no podía hacer nada más", comentó.
Se contactó con muchos médicos en un intento por salvar la visión de su ojo derecho, pero las respuestas que recibió de ellos no le brindaron ninguna esperanza. "Sentí que los médicos habían renunciado a la situación. Simplemente me remitieron para una operación especial en los Países Bajos o Francia", manifestó.
La cirugía a la que lo remitieron los médicos es el Trasplante Endotelial (DMEK), un método avanzado para trasplantar una córnea posterior parcial de una donación de órganos. Ami afirmó que casi había perdido toda esperanza, pero que sus hijos no se dieron por vencidos y fueron a realizar una consulta con un médico israelí que se especializó en los Países Bajos en este método, el doctor Eitan Livni, quien ahora realiza este tipo de cirugía en Israel. "Estaba completamente desanimado, el doctor Livni me devolvió la vida y la esperanza", dijo Ami.
"El trasplante me devolvió la vida"
Hace aproximadamente un año, acudió al doctor Livni, jefe del servicio de córnea del departamento de oftalmología del Hospital Beilinson de Petach Tikva, para realizar la cirugía, durante la cual se trasplantó tejido en en el primer trasplante de córnea fallido, lo que le restauró la visión en su ojo derecho.
"Ami sufre de enfermedades graves en un ojo y su visión se ha deteriorado mucho en los últimos años, después de que un implante corneal anterior en su ojo dejara de funcionar. En la cirugía, utilizamos un método muy especial para restaurar el funcionamiento del implante anterior, pegando nuevas células corneales de un nuevo donante al trasplante anterior”, manifestó el doctor Livni. "Esta es una historia especial porque, de hecho, el ojo de Ami está formado por los tejidos de tres personas diferentes: los de él, los del donante anterior y los del donante actual. Ami ha vuelto a ver bien ", agregó.
Ami señaló que su vida ha cambiado por completo. "No veo perfecto, pero veo muy bien. De cerca veo excelente y de lejos tengo un pequeño problema pero es suficiente para dedicarme al arte y vivir. Hoy no puedo hacer todo, no conduzco, pero tengo vida y no tengo que depender de los demás. Utilizo ayudas visuales para leer, pero puedo hacerlo. Ya no dependo de la gente para hacerme una taza de café ni siquiera. Con lo que tengo me las arreglo muy bien y, lo más importante, puedo trabajar en mi arte", expresó.
Para él, la donación de la córnea y la cirugía le devolvieron la vida. "Si no fuera por esta donación y esta operación todavía estaría en la oscuridad, viendo todo el día solo oscuridad, sin saber cómo hubiera sobrevivido. Me salvaron la vida. Siento que estoy vivo, espero que este implante dure el mayor tiempo posible. Si no hay infección, no habrá problemas que puedan durar varios años", aseguró.
