Si se hubiera llevado a cabo esta operación, el Medio Oriente se habría visto completamente diferente. Nombre en clave: "Olimpia". La orden: volar todo un estadio en Beirut. El objetivo: eliminar a Yasser Arafat, Abu Jihad (fundador de Fatah) y el liderazgo de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), que estaban presentes en el sitio. Fecha límite: 1° de enero de 1982.
Debajo de los asientos de una masiva conferencia de la OLP, los enviados de Israel escondieron muchos kilogramos de explosivos. Se suponía que tres coches bomba que llevaban dos toneladas de explosivos estaban estacionados junto a la tribuna del estadio. Según el plan, a medida que los asustados supervivientes escaparan en masa, los vehículos se activarían de forma remota, dando como resultado el sangriento gran final de la operación. Se esperaba que la intensidad de la explosión y la destrucción fueran "de proporciones sin precedentes, incluso en términos del Líbano", indicó un oficial superior en de la División Norte de las FDI en ese momento.
Las raíces de la “Operación Olimpia” se sembraron tras el horroroso asesinato de la familia Haran por el terrorista Samir Kuntar en abril de 1979. Israel estaba furioso. Después de los funerales, el jefe de las FDI, Rafael Eitan, ordenó al general de la División Norte, Yanush Ben Gal, que simplemente "matara a todos". El mensaje era claro: eliminar a todos los miembros de la OLP en el Líbano. Para esta tarea, Ben Gal sabía exactamente a quién necesitaba: el oficial Meir Dagan.
Solo unos pocos en Israel sabían en tiempo real sobre el plan, así como sobre una parte significativa de la actividad de Israel en Líbano en esos días salvajes. Bajo el mando de Dagan, con el conocimiento del jefe de las FDI, pero sin que supiera casi todo el resto del Cuartel General del Ejército y el Directorio de Inteligencia Militar, operaba una unidad en la sombra supersecreta que llevaba a cabo ataques, operaciones de guerrilla y eliminaciones de terroristas palestinos. El primer ministro Menahem Begin no sabía de la existencia de la mayoría de estas acciones.
La operación para volar el estadio tampoco recibió todas las aprobaciones habituales. Fue diseñada en las sombras por un pequeño número de personas que guardaron el secreto.
Pero la “Operación Olimpia” se detuvo a último momento. Los planificadores respondieron al pedido de Begin, quien en un movimiento dramático, y mientras yacía enfermo en su cama, decidió cancelarla.
El resto es historia conocida. Medio año después comenzó la Primera Guerra del Líbano, que terminó tras 18 años de combates y con muchas bajas. Dagan, hasta el día de su muerte, creyó que Israel había perdido una oportunidad de oro. "Si hubiéramos recibido la aprobación, y el liderazgo de la OLP hubiera quedado fuera de juego ese día, todos nos habríamos salvado de la Guerra del Líbano y de una infinidad de otros problemas", expresó.