Esta semana se cumple el 44° aniversario de la Guerra de Yom Kipur, en la que se requirió que las FDI realizaran milagros para detener el ataque de los ejércitos árabes. El 6 de octubre sucedió uno de ellos: un bombardero pesado egipcio disparó dos enormes misiles de crucero contra Tel Aviv. Uno de ellos cayó en el mar, en tanto que el otro fue derribado por el difunto mayor Eitan Carmi.
La intercepción de misiles aéreos parece casi imposible de llevar a cabo sin tecnología avanzada, como la del sistema Cúpula de Hierro. Pero no solo que el mayor Carmi no tuvo dificultades para lanzar el misil, sino que lo hicieron mucho antes que él, en la Segunda Guerra Mundial, e incluso sin la utilización de artillería.
Hoy les hablaré sobre la intercepción de misiles, desde sus comienzos hasta la actualidad. El misil de crucero nació en la Primera Guerra Mundial, en la configuración de un pequeño avión de reacción que funcionaba como una bomba voladora, un diseño poco convencional de los hermanos Wright (con la ayuda de la hermana Wright, una historia interesante). Después de la guerra, se diseñaron varias bombas voladoras, pero no fueron usadas. Los primeros en lanzarla fueron los nazis, que atacaron a Gran Bretaña con el arma V1, una bomba con un motor a reacción primitivo.
La bomba nazi fue lanzada, voló sobre el Canal de la Mancha, apagó el motor y se dirigió hacia el blanco. En este punto, los pilotos de la Fuerza Aérea británica pudieron interceptarlo. Disparar fuego de cañón era peligroso porque el V1 tenía una ojiva poderosa. Entonces, muchos pilotos simplemente se acercaban a la bomba en su avión hasta que su ala se superponía al ala de la bomba, y simplemente la golpeaban para que girara y se estrellara.
Al comienzo de la Guerra Fría, todos los programas de bombardeo atómico de Estados Unidos y la URSS se basaban en bombarderos pesados. Se estaban desarrollando misiles intercontinentales de precisión, pero fue un gran desafío de ingeniería (todavía es realmente complejo; pregúntele a Corea del Norte). Pero el bombardero no es un arma efectiva por definición: es un avión grande y relativamente lento, que cuanto más se acerca al objetivo, más vulnerable se torna.
En la Segunda Guerra Mundial, todos los bandos construyeron decenas de miles de bombarderos y los enviaron por cientos a la vez, para asegurarse de que al menos algunos de ellos lograran alcanzar el objetivo, lanzar las bombas y tal vez incluso regresar a salvo.
Para sobrevivir, la evolución del bombardero cambió: en lugar de torretas, su protección consistía en la velocidad de vuelo permitida por los motores a reacción. Y en lugar de lanzar bombas en un vuelo de crucero, pasó a llevar misiles con un alcance de cientos de kilómetros. Mientras que Estados Unidos diseñó misiles específicos, los examinó en profundidad y gastó enormes fortunas, la Unión Soviética fue por los simple: ¿hay aviones de combate? Sí. Entonces, ¿por qué no convertirlos en misiles, en lugar de desarrollarlos desde cero? Se toma un MiG 15, se reemplaza el motor a reacción con un cohete, se agrega un equipo de guía, y así nacieron los primeros misiles de crucero soviéticos.
Egipto, una potencia regional con una larga historia con Israel, compró bombarderos Túoplev 16 y misiles KSR-2 (Raduga), que se establecieron en el MiG 17. Se trataba de misiles capaces de volar a un alcance de 200 km y portar una ojiva nuclear.
La Guerra de Yom Kipur se inició con un ataque aéreo de amplio alcance. Los egipcios aprendieron de nosotros e imitaron nuestra primera operación de la Guerra de los Seis Días. 222 aviones egipcios atacaron bases y campamentos israelíes en todo el Sinaí, destruyendo puestos de control aéreo, estaciones de comunicación y más. La sorpresa fue total: los aviones volaron extremadamente bajo, para no ser detectados por los radares y los misiles de crucero lanzados fueron diseñados para servir a un interés táctico: al neutralizar las capacidades de comunicación y control del enemigo, lo ciegan y ensordecen.
Pero un avión partió hacia otra misión, de carácter estratégico. Despegó de las profundidades del territorio egipcio y voló hacia el Mediterráneo. Luego disparó dos misiles Raduga a Tel Aviv. ¿Qué valor tiene un ataque de este tipo al iniciar una guerra? La idea era intimidar y generar desconcierto en Israel. Si las personas se encerraban en refugios, no podrían ayudar en la evacuación o el rescate y la economía del país se estancaría. Si huían de la ciudad, las arterias de tráfico se bloquearían. Fue un ataque terrorista a todos los efectos.
Uno de los misiles se desintegró en el aire. El armamento soviético era bastante confiable, pero a veces ocurren milagros. El segundo misil continuó su camino directamente hacia el sur de Tel Aviv, donde el mayor Carmi lo encontró en su avión Mirage 3 del Escuadrón 101.
Cuando reconoció el misil, avanzó hacia él pensando que era un avión y solo a una distancia relativamente cercana vio que el objetivo no estaba siendo piloteado. Carmi se acercó al KSR, abrió fuego con cañones de 30 mm y derribó el misil, que giró y cayó en el mar. En una entrevista con el Canal 1, dijo: “No se trató de un derribo difícil de realizar”.
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Una cámara ubicada en un avión egipcio en el momento de un ataque al ejército israelí en el Sinaí.
(testpilot.ru)
La Guerra de Yom Kipur fue uno de los primeros conflictos en los que se utilizaron misiles de crucero modernos, que demostraron ser armamentos efectivos. Los misiles de crucero actuales son fundamentalmente diferentes del Raduga de 1973; estos son significativamente más pequeños, capaces de manipularse bien, esquivar el radar y atacar objetivos a distancias de miles de kilómetros. Existen sistemas antiaéreos similares a Cúpula de Hierro, capaces de interceptar misiles, pero el sistema israelí es el único que ha demostrado su eficacia operativa, e incluso éste aún no se ha enfrentado a los modernos misiles de crucero.
Los bombarderos también han cambiado, pero a un ritmo mucho más lento. La Guerra Fría terminó y solo Estados Unidos tiene suficiente dinero para desarrollar una nueva categoría de aviones: el bombardero furtivo. Otros países se quedaron con bombarderos grandes y lentos, o bombarderos rápidos pero pocos y muy caros.
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Túoplev 16 egipcio con un misil de crucero bajo una de sus alas.
(Air Power Australia)
Las tecnologías de intercepción de misiles se basan en identificar su origen y patrón de movimiento, utilizando un radar o un sensor óptico, para luego lanzar un misil de intercepción. Estos misiles se desarrollaron más rápidamente en el ámbito de la marina. Muchos de los primeros misiles de crucero modernos fueron diseñados para destruir barcos, llevaban un radar de detección y eran capaces de identificar amenazas sin las limitaciones de las vías terrestres. Toda flota moderna tiene tales sistemas, incluida la Armada israelí.
El mayor Carmi falleció este año, a la edad de 76 años, luego de resultar herido en un accidente de avioneta. Para él, el derribo del misil de crucero fue otro día de trabajo, como parte de una guerra dura y obstinada que terminó en ocho derribos más. En mi opinión, esta es la modestia de un héroe. La acción de Carmi frustró el ataque terrorista egipcio, que podría haber causado retrasos y problemas en el frente interno israelí y muchas muertes.
