Yossi Barash, de 94 años, no se perdió ni un solo día de elecciones en toda su vida, lo que significa que participó en todas las elecciones desde el establecimiento del Estado de Israel.
“Siempre voté, bajo la lluvia, las tormentas y el calor intenso, siempre llegaba al colegio electoral donde vivía”, contó Barash a Ynet.
Barash nació en Tel Aviv en 1927, y en 1928 su familia se mudó a la comunidad norteña de Kfar Yehoshua, donde reside hasta el día de hoy. Tiene dos hijos, siete nietos y nueve bisnietos.
“Cuando fui a votar por primera vez, no estaba emocionado, sino preocupado por el futuro del estado”, contó. “La situación era aterradora, éramos un país pequeño con menos de un millón de habitantes rodeado por estados árabes mucho más grandes. Estaba demasiado preocupado para emocionarme”, señaló.
Aunque muchos israelíes consideran que el día de las elecciones es un día libre normal y lo utilizan para relajarse en la playa o en el centro comercial, Barash está decidido a seguir votando todas las veces que pueda.
“Nunca prioricé mis planes de vacaciones sobre la votación. Siempre fue importante para mí emitir mi voto en las urnas”.
Barash también lamentó el estancamiento político en el que se ha visto sumido el país en los últimos años.
“Es lamentable que estemos frente a la quinta elección en tres años. Las personas con las que hablo votarán; no importa por quién, sino que votan. Debemos votar, es el deber cívico más importante”.
Barash contó también a quién dará su apoyo en estas elecciones: “He votado por el Partido Laborista (Avodá) desde que tengo memoria, incluso cuando todavía era Mapai. Sigo votando por él porque creo en su camino e ideología. Me entristece el hecho de que hoy se haya convertido en un partido tan pequeño”.
