"Toda mi vida he sufrido el antisemitismo, desde el jardín de infantes hasta la vida adulta", dice Yoram Goren, de 19 años, un joven judío que creció en una zona rural del sur de los Países Bajos. "Nunca me sentí como en casa en Holanda. La primera vez que viví un fuerte incidente antisemita fue a la edad de siete años. Vivíamos en un pequeño vecindario donde todos se conocían. Mi papá salió a caminar con el perro, y de repente escuché gritos. Corrí hacia la ventana y vi que alguien lo atacaba. Estaba sangrando en el suelo. Cuando llegó la policía, nos dimos cuenta de que había sido agredido por un neonazi. Mi padre fue atacado solo porque era judío", recuerda.
"Me percaté de que toda Europa era insegura para los judíos. Les dije a mis padres que había manifestaciones en las calles de personas pidiendo que me mataran, por lo que yo ya no tenía nada que hacer en los Países Bajos"
Yoram Goren
El antisemitismo que sufrió Yoram lo llevó a tomar la decisión de emigrar a Israel y enrolarse en el Ejército. Junto con 130 jóvenes de 16 países de todo el mundo, participó ayer (miércoles) en la ceremonia de graduación del programa de preparación para el enrolamiento. El evento festivo se llevó a cabo en el Museo Palmach de Tel Aviv, donde se realizó el encendido de velas de Janucá.
El programa dedicado a preparar a jóvenes voluntarios extranjeros que buscan alistarse en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Mahal, está a cargo del Ministerio de Defensa y el Ministerio de Inmigración y Absorción. El número de voluntarios ha aumentado este año en comparación con el período prepandémico. Goren participó en el programa junto a jóvenes de Túnez, Marruecos y Francia, entre otros países.
Goren proviene de una familia de sobrevivientes del Holocausto, y él y sus padres eran los únicos judíos en el área que residían. "Cuando tenía diez años me peleé con uno de los niños de la clase. Una maestra en la escuela me dijo que si seguía comportándome de esa manera me enviaría a un campo de concentración. Eso fue exactamente lo que me dijo. Cuando me quejé, ella manifestó que yo lo estaba inventando", comenta Goren.
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Encendido de velas de Janucá durante la ceremonia de graduación del programa Mahal.
(Yedidia Cohen)
La decisión de abandonar los Países Bajos se produjo durante la operación “Guardián de los Muros” contra terroristas en Gaza. "Los comentarios relacionados con la operación eran terribles y me di cuenta de que tenía que venir a Israel. Me percaté de que toda Europa era insegura para los judíos. Les dije a mis padres que había manifestaciones en las calles de personas pidiendo que me mataran, por lo que yo ya no tenía nada que hacer en los Países Bajos. Estuvieron de acuerdo conmigo. Ellos también quieren emigrar y creo que vendrán en los próximas años, cuando mi madre se jubile”, agrega Goren.
El gran sueño de Goren es ser paracaidista, y tiene una buena razón. "Mi abuelo era paracaidista en el ejército holandés. Luchó en Indonesia", señala Yoram. "Cuando finalizó su servicio militar, estalló la Guerra de Yom Kipur y él quería emigrar a Israel para unirse al ejército israelí, pero debido a que sufría de estrés postraumático, no le permitieron enrolarse. Quiero terminar lo que él comenzó e ingresar a la Brigada de Paracaidistas de las FDI. Quiero llegar al lugar donde mi abuelo no tuvo oportunidad de hacerlo", añade.
