Einat e Idan se conocieron hace casi dos años, durante la primera ola de coronavirus en Israel, mientras trabajaban como voluntarios en una sala de COVID-19 en el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalem. A pesar de las restricciones, las mascarillas, el distanciamiento social, el equipo de protección personal y el caos que definió el inicio de la pandemia; la pareja logró encontrarse y enamorarse.
Su historia comenzó cuando el hospital lanzó un llamado con el objetivo de apoyar al personal médico del centro médico y responder a la afluencia cada vez mayor de pacientes. La idea era reclutar paramédicos capacitados para trabajar en la sala de coronavirus recientemente abierta del hospital.
Entre los voluntarios estaba Idan Pellow, de 26 años, que en 2014 se mudó a Israel desde Canadá para unirse a las Fuerzas de Defensa de Israel y se desempeñó como paramédico de combate en una unidad militar de élite. Tras terminar sus servicios, pasó meses viajando por el mundo, y una vez que regresó al Estado judío, decidió ser voluntario en el hospital de Jerusalem. “Sentí que lo más natural era ser voluntario y ayudar a este país que amo, particularmente en tiempos de crisis”, contó.
Einat Ben-Yashar, de 27 años, quien se desempeñó como paramédica de combate en la Marina israelí, también eligió ser voluntaria durante la primera ola de infecciones. “Estaban reclutando paramédicos y parecía una excelente oportunidad para apoyar nuestro esfuerzo nacional. Quería poder aprender y estar expuesta al campo de la medicina más allá de las unidades de cuidados intensivos y de urgencia con las que ya estaba familiarizada”, expresó la joven
Idan y Einat se conocieron durante largas horas de arduo trabajo en la sala. “Nuestra primera cita tuvo lugar a las afueras del hospital”, recordaron entre risas. Se conocieron mientras cuidaban a los pacientes, principalmente a los ancianos que constituían la mayoría de los casos graves de coronavirus en ese momento.
“Definitivamente estaba un poco preocupada al comienzo de la pandemia porque todavía no sabíamos mucho sobre el COVID-19 y había mucha incertidumbre”, dijo Einat. Y añadió: "Vivía en un apartamento en el barrio de Nachalaot, en el centro de Jerusalem, y no podía ver a mis padres ni a mis abuelos, pero era muy importante tener la oportunidad de ayudar a los pacientes".
La joven pareja se casó recientemente y ambos planean seguir carreras relacionadas a la salud. Einat está en su segundo año de la escuela de medicina, mientras que Idan planea comenzar su programa de la escuela de medicina el próximo año.
