Yair Lapid encabezó la delegación israelí en una visita a Marruecos en 2021.
Yair Lapid encabezó la delegación israelí en una visita a Marruecos en 2021.
Reuters
Ruth Scherf.

Una abuela israelí y el relato de su vida como agente encubierto del Mossad

A Rush Scherf se le pidió que viajara a Marruecos como Nicole, una canadiense que vivía en París, y cuenta que ése fue el mejor regalo que el Mossad pudo darle.

Tzipi Roman |
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"Estaba encubierta como la canadiense Nicole para el Mossad en Marruecos", dice Ruth Scherf, ahora de 78 años, madre, abuela de 11 nietos y terapeuta.
"Cuando tuve la oportunidad de regresar después de que se forjaran las relaciones diplomáticas entre Israel y la nación del norte de África, no pude resistirme", acota.
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Ruth Scherf.
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(Tal Shahar)
Scherf recuerda con cariño su tiempo en Marruecos. "Fue el mejor regalo que el Mossad podría haberme dado". Su vida inusual y desafiante giraba en torno de la carrera de su esposo Aharon Scherf como espía. "Nos conocimos cuando yo era una soldado de 19 años en las FDI, y él era un estudiante de visita desde Francia. Fue amor a primera vista, y nos casamos en seis meses".
Sólo después de consumado su matrimonio Scherf descubrió que su esposo era un agente del Mossad destinado en Francia. "Supongo que debería haberme avisado, por el hecho de que tuve que someterme a una investigación de seguridad antes de la boda", se ríe.
Ella describe esos primeros años como difíciles, con mucho desconocimiento sobre el paradero y las escapadas de su esposo, mientras estaba en casa criando a sus hijos pequeños.
"De vez en cuando me pedían que me uniera a él en sus misiones encubiertas o que le entregara información y cosas por el estilo, a él o de él a la agencia, pero sobre todo me sumergí en el estudio de la lengua francesa y su cultura", cuenta.
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El entonces primer ministro Yitzhak Rabin disfrazado durante una visita a Marruecos en la década de 1970.
El entonces primer ministro Yitzhak Rabin disfrazado durante una visita a Marruecos en la década de 1970.
El entonces primer ministro Yitzhak Rabin disfrazado durante una visita a Marruecos en la década de 1970.
(GPO)
A lo largo de los años, Aharon ascendió en las filas de la agencia y estuvo involucrado en los incipientes pero secretos lazos entre las agencias de inteligencia israelíes y sus homólogos marroquíes. Más tarde escribió sobre esa época en unas memorias, y había seguido cultivando sus lazos con Rabat a través de sus puestos ejecutivos en el mundo de los negocios.
"En 1978, Aharon consiguió el trabajo de sus sueños como enviado del Mossad a Francia, supervisando la operación de las agencias en el norte de África, entre otras regiones", dice.
"El jefe del Mossad en ese momento me pidió que me uniera a Aharon en Marruecos, donde estaba reemplazando a un agente, bajo una identidad falsa. Iba a ser su esposa Nicole, una canadiense que vivía en Francia", dice, y agrega que se preparó para la asignación como lo haría un actor para un papel teatral.
"Vivíamos en una villa fabulosa y sólo hablábamos francés para evitar cualquier sospecha de nuestro personal doméstico. Cuando mi marido estaba en el trabajo, pasaba tiempo con mujeres marroquíes que estaban al tanto y otras que no tenían idea de quién era yo realmente. De hecho, cuando me hice amiga de la hija de un oficial militar de alto rango, di un paso atrás y corté todos los lazos", señala.
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Yair Lapid encabezó la delegación israelí en una visita a Marruecos en 2021.
Yair Lapid encabezó la delegación israelí en una visita a Marruecos en 2021.
Yair Lapid encabezó la delegación israelí en una visita a Marruecos en 2021.
(Reuters)
"La mejor parte de la misión fueron nuestros viajes a las ciudades y al campo marroquí durante los fines de semana. Encontré el país y su gente en movimiento", recuerda.
Después de dos semanas, su papel como espía había terminado y regresó a sus hijos y a su vida mientras su esposo seguía su carrera.
Pero recientemente se unió a la Asociación Nacional de Amigos del Teatro Habima, que apoya proyectos especiales, y es una socia activa en las actividades culturales y sociales del teatro.
Cuando fueron invitados a aparecer en Marruecos a principios de este año, aprovechó la oportunidad para cerrar el círculo. "Ver la bandera de Israel y escuchar el himno nacional tocado en Marruecos fue un momento inolvidable", rememora.
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