La vida de Rachel Goldberg Polin se dio vuelta por completo el 7 de octubre de 2023 y sigue cambiando tras 194 días de dolor.
El "Sábado Negro", cuando encendió su teléfono, la esperaban dos mensajes de su hijo Hirsch (23) en el grupo familiar de WhatsApp: "Te amo" y luego "Lo siento". Más tarde se enteró de que su hijo había sido secuestrado por Hamás en el Festival NOVA, y desde entonces lucha por su regreso, junto con todos los secuestrados en poder de grupos terroristas.
Ahora, tras su trabajo, fue elegida para la lista de las cien personas más influyentes del mundo por la prestigiosa revista "Times".
"Con la esperanza de volver a ver a su hijo, Rachel se convirtió en una de las voces más importantes para las familias de los secuestrados israelíes. Se reunió con docenas de líderes mundiales, incluido Biden, se dirigió a la ONU en Nueva York e incluso consiguió una reunión con el Papa", escribió Times para describir el perfil de Polin.
"En un vídeo del ataque del 7 de octubre, se ve a Hirsch siendo subido a un camión por terroristas de Hamás, con el brazo izquierdo amputado a la altura del codo", añadió la revista, sobre la situación del hijo de Polin. "Su familia no recibió ninguna actualización sobre su condición desde entonces, y cada día que pasa sin noticias extiende el limbo interminable en el que se encuentran ahora su familia y muchos otros israelíes. Pero no se rinde", agregaron.
En el discurso en la ONU, que fue mencionado por la revista, Goldberg-Pollin aseguró frente a líderes de todo el mundo: "La pregunta más cruel que nos hacen, sin intención maliciosa, es '¿Cómo estás?' Bueno, imagina a tu madre. Imagina que a ella sólo le dan dos opciones: o mueres, o te vuelan el brazo y te secuestran a punta de pistola en Gaza. Y nadie sabe dónde estás, o si te desangraste en esa camioneta. O si moriste ayer. O si moriste hace minutos".
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Rachel y John con fotos de su hijo, al que esperan desde el "Sábado Negro".
(Amit Shavi)
Luego, en una entrevista con "7 Days" en noviembre siguiente, Goldberg Polin dijo que a partir de las pruebas que la familia reunió en donde secuestraron a Hirsch, se dio cuenta de que le habían amputado la mano izquierda.
"Inmediatamente pregunté: '¿Qué mano perdió, la derecha o la izquierda?' Y cuando escuché que era la mano izquierda, sentí náuseas muy profundas", comentó. "Soy zurda, y Hirsch también", contó.
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Vista aérea de la masacre cometida por Hamás el 7 de octubre en el Festival Nova.
(Reuters)
"Me destrozó pensar que él había perdido su mano fuerte", manifestó. "Y, por supuesto, inmediatamente pensé que debía haber muerto. Durante los días siguientes, pensé que no había manera de que sobreviviera a eso", agregó.
"Comencemos con el hecho de que vio a 18 personas volar por los aires, hecho pedazos junto a él en un pozo de fuego. Uno de ellos es su mejor amigo de la infancia, el fallecido Aner Shapira, el héroe de Israel que todos conocen, el tipo que se paró en la puerta y atrapó las granadas que los terroristas arrojaron para proteger a los demás. Y después de eso pensé en el dolor y el sufrimiento que pasó cuando le amputaron el brazo, y no podía imaginar a nadie logrando sobrevivir después de algo tan horrible", remarcó.
First published: 11:26, 17.04.24
