Aldea palestina autoaislada
Barricada en la entrada de la aldea palestina.
Mohammed Ghafary
Voluntarios controlan todas las entradas a Sinjil.

Aldea palestina se autoaísla durante la pandemia de coronavirus

La comunidad de Sinjil restringe el acceso a los no residentes, formando comités encargados de cuidar las fronteras, el suministro de alimentos y elementos esenciales a las familias necesitadas.

The Media Line – Adaptado por Alejo Sanzo |
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En las afueras de Ramallah, 10 millas al nordeste, se encuentra un pueblo escondido entre las tranquilas colinas de Judea y Samaria, con una población de aproximadamente 6.000 habitantes.
Sinjil es una pequeña aldea que se ha convertido en un ejemplo a seguir para los palestinos.
Poco después de que comenzara el brote de coronavirus, los residentes de la aldea formaron comités populares para hacer frente a la amenaza.
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Aldea palestina autoaislada
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Voluntarios controlan todas las entradas a Sinjil.
(Mohammed Ghafary)
Inmediatamente ordenaron que se cerraran las entradas a Sinjil y restringieron el acceso a los extraños. Se ordenó el cierre de todas las instalaciones recreativas. Sólo las tiendas de comestibles permanecen abiertas, con horarios de trabajo limitados.
El alcalde, Dr. Moataz Tawafsha, quien encabeza el Comité de Emergencia, manifestó que se han formado cinco comités para combatir el coronavirus.
"Hemos creado un Comité de Emergencia para dirigir y gestionar esta fase a la luz de las difíciles circunstancias en las que Palestina y el mundo se encuentran", sostuvo.
Tawafsha explicó que crearon los grupos para satisfacer las necesidades inmediatas de la comunidad. “Tenemos varios comités, incluido uno de seguridad dirigido por un grupo de jóvenes voluntarios, con el objetivo de proteger la ciudad e implementar las decisiones e instrucciones recibidas del gobierno palestino con respecto a los cierres. También juega un papel en la protección de las entradas a la ciudad y en hacer cumplir el toque de queda”.
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Aldea palestina autoaislada
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Voluntarios revisan autos que pasan por la ciudad de Sinjil durante la pandemia de coronavirus.
(Mohammed Ghafary)
Otro es el Comité de Seguridad Alimentaria, que recolecta productos de las tiendas locales y organiza el stock para su posterior distribución.
La Autoridad Palestina declaró el estado de emergencia el 5 de marzo, luego de confirmar los primeros casos de coronavirus en Judea y Samaria, y renovó la orden un mes después. Se impuso un estricto toque de queda en el que nadie puede salir de su casa por trabajo, lo que representa una gran carga financiera para Sinjil y sus residentes.
La aldea lanzó inmediatamente una iniciativa de caridad en su página de Facebook bajo el título "Piensa en los demás", pidiendo a los empresarios de la ciudad que contribuyan con lo que puedan.
“Debido a los cierres, nuestra situación económica y recursos financieros se vieron muy afectados. Llamamos a aquellos que pueden hacer donaciones financieras para que se cubra la escasez de alimentos, específicamente en el próximo período”, pidió el alcalde.
Sinjil es una comunidad agrícola, pero unos 300 residentes trabajan en Israel, y un número similar trabaja fuera de la aldea en Judea y Samaria. El primer ministro de la AP, Mohammad Shtayyeh, ha pedido reiteradamente a los palestinos que trabajan en Israel que regresen a sus hogares.
Sinjil es una comunidad agrícola, pero unos 300 residentes trabajan en Israel
Hasta el momento, dos personas murieron en la AP a causa del coronavirus: la primera víctima fue una mujer de 60 años cuyo hijo trabajó en Israel y la contagió. También se han confirmado al menos 308 casos de coronavirus en los territorios palestinos.
El Comité de Estadística de Sinjil se formó en un esfuerzo por garantizar que todos los que ingresen a la aldea sean examinados, afirmó Tawafsha. “Su función es monitorear las llegadas de trabajadores que regresan y visitantes que vienen del exterior. Especialmente debido a las noticias que escuchamos sobre una gran cantidad de casos en Israel”.
Anis Sameh es uno de esos trabajadores que respondió a la llamada del primer ministro y regresó a casa. Contó que a su llegada fue puesto en cuarentena durante dos semanas, en una casa provista para tal fin por uno de los residentes de la aldea.
"Eso hizo que la decisión de regresar fuera fácil, al garantizar un lugar bueno y limpio para mí y para los demás", aseguró Sameh. “Los jóvenes me llamaban todo el tiempo para ver cómo estaba. Me trajeron comida y la dejaron en la puerta. Si necesitaba algo, me ponía en contacto con ellos y me lo traían rápidamente”.
Al comienzo de la crisis, muchos rumores y noticias falsas crearon temor y confusión entre los palestinos. Eso llevó a los funcionarios en Sinjil a formar un Comité de Medios para educar a las personas y mantenerlas informadas sobre las últimas noticias sobre la pandemia.
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Barricada en la entrada de Sinjil.
(Mohammed Ghafary)
Uno de los voluntarios es Ziad Khalil. El joven expresó que era su "deber cívico" ayudar a su pueblo y su gente.
Hussein Ghafary, jefe del Comité de Alimentos, explicó que consultaron con los aldeanos sobre cómo y cuándo distribuir los paquetes de alimentos.
El coronavirus ha afectado a casi todos en la aldea, incluidas las familias de los cientos de trabajadores que perdieron sus empleos, quienes solían ayudar a los demás y ahora reciben asistencia.
"Estamos apuntando a familias necesitadas como las de taxistas, jornaleros y trabajadores que dejaron sus trabajos en Israel y regresaron a sus hogares", señaló Ghafary.
"En el pasado, especialmente durante el mes sagrado del Ramadán, se distribuían paquetes a familias específicas que eran pobres y desfavorecidas. Pero la situación es diferente ahora, ya que la crisis nos afectó a todos", agregó.
Se espera que el Ramadán de este año comience el 23 o 24 de abril.
Ghafary afirmó que, además de contribuir con alimentos y dinero, algunos ofrecieron hogares para ser utilizados como sitios de cuarentena, mientras que otros pagaron las facturas eléctricas y médicas de los que luchaban. Algunos propietarios han ofrecido a los inquilinos diferir los pagos de la renta.
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