Jay Rogosin se define a sí mismo como arqueólogo de campo. Este nativo de Brooklyn, Nueva York, llegó por primera vez a Israel para participar en una excavación arqueológica en 1984. Desde entonces emigró a Israel y participó en excavaciones arqueológicas en Cesarea, los Altos del Golán y, más recientemente, en la Ciudad de David de Jerusalem.
Todos los días va al trabajo en bicicleta por la Puerta de Jaffa de la Ciudad Vieja, hasta el yacimiento excavado por la Universidad de Tel Aviv y la Autoridad de Antigüedades de Israel. "Necesito hacer ejercicio", comentó. "Me encanta trabajar con las manos. Es curioso, cuando era pequeño mi madre me decía que no me ensuciara las manos y ahora me pagan por hacerlo".
Rogosin trabajó en su día con bastantes arqueólogos de renombre mundial. "Aprendí mucho. Creo que sé más que los chicos licenciados en arqueología, pero yo no tengo ese título y esa es mi historia", confesó.
Antes de trasladarse a Israel, Jay trabajó como director de operaciones en el comercio minorista y dirigió grandes almacenes. Ahora, dice que le encanta trabajar en la Ciudad de David. "Para mí es importante cavar en Israel y encontrar mis raíces", explicó. "Encontré todo tipo de artefactos judíos. La gente sigue diciendo que no estuvimos en este lugar y que simplemente colocamos estos artefactos en la tierra", sumó.
Pero los recientes acontecimientos en Israel lo hicieron reflexionar. "Para mí, Tisha B'Av -la conmemoración de la destrucción de los templos sagrados de Jerusalem- tiene este año un significado diferente", planteó. "Durante la destrucción de ambos templos, los judíos que vivían en Jerusalem tenían alimentos y agua almacenados, pero algunos de ellos destruyeron el almacén y eso es lo que está ocurriendo ahora. Estoy conviviendo con la historia y espero que no se repita", agregó.
Rogosin, que pasa su tiempo libre practicando alpinismo o kayak, no quiere revelar su edad. "Digamos que tengo 52", sugirió durante la entrevista. Pero cuando se le preguntó por sus planes de futuro, no supo contestar. "Necesito más tiempo para pensar en lo que podría hacer cuando sea mayor", cerró.