Inmediatamente se unieron a los combates el 7 de octubre, enfrentándose a terroristas de Hamás que atacaron las comunidades fronterizas de Gaza. Rescataron a decenas y también recuperaron cuerpos de la masacre en el Festival de Música Nova.
"Los hechos de esas horas están grabadas en mi memoria", dijo el teniente coronel Roi Siboni, jefe de la División de Telecomunicaciones del Centro de Entrenamiento Terrestre de las FDI. "Nos encontramos con escenas desafiantes: cuerpos en baños, debajo del escenario e incluso dentro de un cubo de basura. La gente intentó salvarse como pudo y fue asesinada por terroristas de Hamás a corta distancia".
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"Los hechos de esas horas están grabadas en mi memoria", cuenta el teniente coronel Roi Siboni
(Yuval Chen )
Siboni, de 43 años, casado y con tres hijos, reside en Rosh HaAyin. Estaba en casa con su familia ese oscuro sábado. "Hacia las siete menos cuarto, un miembro de la familia llamó, preguntó cómo estábamos y mencionó ataques con cohetes en el sur e incluso en el centro de Israel", describió el teniente coronel Siboni. "Encendimos las noticias y vimos las pancartas de alerta roja. Cuando mi esposa me dijo que había visto vehículos sospechosos en Sderot y Ofakim, me di cuenta de que no era una alerta de cohete normal e inmediatamente me preparé".
Poco después de las 8 de la mañana, Siboni se despidió de su esposa e hijos y se dirigió hacia la Base de Entrenamiento de Tze'elim, cerca de Gaza. En un cruce cercano, se reunió con otros oficiales, se dirigió a la base para prepararse y se dispuso a ayudar a los soldados y civiles de las comunidades vecinas.
La gente intentó salvarse como pudo y fue asesinada por terroristas de Hamás a corta distancia
"Desde allí, nos desviamos y nos dirigimos hacia Ofakim. En el cruce de Urim, giramos a la derecha hacia Ofakim, pero después de unos tres kilómetros, una patrulla de la policía nos detuvo. Nos pidieron que entremos al campamento de Urim, ya que había informes de soldados sobre la presencia de terroristas allí", recuerda.
El equipo estaba compuesto por cinco oficiales: tres tenientes coroneles, un coronel y un general de brigada. "Llegamos a la base de Urim por la entrada trasera después de ver la brecha en la valla de seguridad. Había seis motocicletas y escuchamos muchos disparos", recordó Siboni.
"Logramos contactar a un oficial que estaba dentro, quien nos dio una estimación del número de terroristas. Decidimos entrar. Vimos bolsas frente a nuestros ojos y nos dimos cuenta de que probablemente eran explosivos", relata y rememora: "Rápidamente nos retiramos para ponernos a cubierto, disparamos contra las bolsas y explotaron. Dentro de la base, nos encontramos con una comandante de compañía, que había sido herida en la pierna. Le dije que la ayudaríamos a tomar el control de la situación".
El teniente coronel Siboni y el subcomandante del centro de entrenamiento táctico, el teniente coronel Guy, pidieron refuerzos. Dirigieron al oficial herido a una ambulancia y regresaron al interior. Los disparos continuaron en todo momento. "Comenzamos a limpiar la base. Diez soldados y oficiales, yendo de oficina en oficina, subiendo a los tejados, limpiando el sector de terroristas", relata Siboni.
El equipo se dio cuenta de que la situación en el área de almacenamiento de municiones era grave y dirigió su atención allí. "Nos dimos cuenta de que había otro terrorista allí. Lanzamos una granada que mató al terrorista. Entramos para limpiar habitación por habitación. Sacamos a una mujer soldado levemente herida y a un oficial gravemente herido, asegurando su evacuación. La escena fue dura. "Vi muchos soldados, tanto hombres como mujeres, muertos por los disparos del terrorista. Él estaba dentro con ellos, disparándoles a quemarropa para asegurarse de que estaban muertos. El oficial que resultó gravemente herido sufrió 12 heridas de bala".
Después de eliminar a los terroristas y evacuar a los heridos, los agentes pidieron refuerzos al lugar del Nova Music Festival. "Tomé a dos de mis hombres y me dirigí hacia el lugar del festival. En el camino, vimos escenas inolvidables y desgarradoras. He pasado por situaciones difíciles antes, pero nunca me encontré con escenas como estas. Muchos cuerpos carbonizados, cuerpos debajo de vehículos y cuerpos apilados uno encima del otro. Sangre por todos lados. Un fuerte olor a quemado. Numerosos vehículos quemados", relató el teniente coronel Siboni.
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"Había sangre por todos lados. Un fuerte olor a quemado. Numerosos vehículos quemados", relata Siboni
(AFP)
El operativo de recuperación de cadáveres fue coordinado por el comandante del Centro de Capacitación Logística. Siboni explicó: "Él dirigió esta misión y trabajamos junto a él. En esos momentos, operas casi en piloto automático, tratando de no pensar en la realidad. Estás recuperando un cuerpo cuando de repente recibes llamadas de padres que buscan a sus hijos" , inconscientes de la trágica realidad. Es un desafío inmenso. Trabajamos hasta altas horas de la noche, recolectando 228 cuerpos: 228 mundos perdidos. Al día siguiente, ayudamos con la limpieza logística y la retirada de vehículos".
Todos estamos comprometidos con la recuperación de los cautivos y los desaparecidos
Al reflexionar sobre ese sábado, Siboni dijo: "Las primeras horas fueron increíblemente duras, pero nos unimos y lo dimos todo. Todos estamos comprometidos con la recuperación de los cautivos y los desaparecidos, con el restablecimiento de la normalidad entre los residentes del norte y del sur".
"Estar fuera de casa durante períodos prolongados, sacrificarlo todo por la estabilidad de Israel. Creo que este acontecimiento sólo nos hará más fuertes", asegura con esperanza.
