Con sus impresionantes 2,01 metros de altura, Kalani Brown, de 25 años, que juega en el Maccabi Ashdod, es la jugadora de baloncesto más alta del país.
"Al basquet moderno ya no le gusta la gente de mi tamaño", confesó Brown.
"Sigo diciéndole a la gente "soy de la vieja escuela". Ahora, gustan más los partidos con pases rápidos y ataques cortos, los jugadores de centro ya no están tan cotizados como antes", agregó.
Le'coe Willingham, que entrena tanto a Brown como al Maccabi Ashdod, y que tuvo una impresionante carrera en el baloncesto israelí tras ganar la EuroCup en 2012, piensa de forma diferente al ver los logros de Brown en el equipo.
Desde su llegada, Brown anotó 22,5 puntos, 10 rebotes, 2,0 tapones y un impresionante porcentaje de tiros de campo del 72%, el mejor de la liga israelí. El Maccabi Ashdod ocupa la primera posición de la liga con un 12:0.
Brown es hija del jugador de la NBA P. J. Brown, que militó en la liga durante 15 años y ganó su último campeonato jugando para los Boston Celtics. Kalani estaba en la cancha cuando su padre alzó el trofeo, y lo recuerda con cariño.
"Todavía recuerdo aquel campeonato y gran parte de sus partidos", manifestó. "Tenía nueve años, no me daba cuenta de la seriedad del asunto. Ahora que soy mayor sé lo difícil que es ser jugador profesional", agregó.
Brows dijo que cree que se parece a su padre en su estilo de juego, pero que su madre fue la que la empujó hacia adelante.
"Mi padre no estaba tan involucrado como todo el mundo cree", explicó. "Fue mi madre sobre todo la que trabajó conmigo para mejorar mi juego. Ella fue mi ancla durante toda mi carrera", sumó.
Brown jugó en la WNBA en 2019 como séptima colocadora de LA Sparks. También jugó en China, Atlanta Dream, y pasó un par de años jugando en Turquía.
Se suponía que llegaría antes a Israel como reemplazo de Kelsey Bonew, del Ashdod, pero no fue liberada a tiempo por su equipo turco Hatay, trasladándose en su lugar a la liga de verano de la WNBA.
El entrenador del Maccabi Ashdod, Ori Ben-Simon, insistió en que llegara para jugar en el equipo y dice que cree que podría ayudar a ganar el campeonato este año, en lugar de quedar segunda, como ocurrió en las cuatro últimas ligas.
"Esta jugadora es un elemento de desempate en la liga", explicó Ben-Simon. "No me rendí, queríamos que estuviera e hicimos todo lo posible para que así fuera. Sabemos cuánto vale", remarcó.
"Tengo un agente judío, así que me hablaron bien de Israel", confesó Brows. "Ahora me doy cuenta de lo especial que es este país", añadió.
Brown dice que su meta es que el Maccabi Ashdod gane las semifinales y luego el campeonato, y añade que es consciente de que sus logros son impresionantes.
"Una jugadora a la que admiro es Sylvia Fowles. Es la jugadora más notable que vi en Estados Unidos. Siempre quise tener su autógrafo", manifestó.
Las semifinales del campeonato israelí de baloncesto comenzarán este martes entre el Maccabi Ashdod y el Elizur Holon.
"No podemos estar contentos por estar invictos en la liga, porque primero tenemos que lograr nuestro objetivo", cerró.
