En un campamento de verano en Lviv, ciudad del oeste de Ucrania, se ve una escena inusual: grupos de niños hablando ucraniano vestidos con camisetas que contienen inscripciones en hebreo y una bandera de Israel.
La iniciativa pertenece a voluntarios de la ONG israelí Lev Ehad (“un solo corazón”) y persigue dos objetivos en simultáneo: brindar un marco de entretenimiento para más de 100 niños ucranianos y emplear a docentes locales, afectados por la crisis económica derivada de la guerra con Rusia.
En el campamento los docentes y voluntarios organizan diferentes actividades vinculadas al deporte y la educación física. Entre ellas, se imparten clases de Krav Maga, la disciplina de artes marciales de origen israelí. “Además de beneficiar a los niños, ayudará a los maestros ucranianos a mejorar su situación”, destacó Tomer Dror, cofundador y director ejecutivo de la organización.
Lev Ehad se fundó para ayudar a israelíes evacuados de la Franja de Gaza tras el plan de desconexión en 2005. Desde entonces, decenas de miles de voluntarios se sumaron a la ONG, que desde el estallido de la guerra en Ucrania envió a más de 200 voluntarios a diferentes misiones humanitarias en Ucrania y Polonia.
“El campamento surgió tras una convocatoria del alcalde de Lviv, quien nos explicó que hay unos 60 mil niños refugiados en la ciudad que no contaban con ningún tipo de marco social para el verano”, contó Dror sobre el origen del proyecto. “Como judíos e israelíes estamos junto a los ucranianos en esta difícil situación, quiero agradecer a nuestros socios cuyo apoyo nos permite dar esperanza a los niños y honrar al Estado de Israel”, agregó.
