Mijael Sidko y su esposa junto al presidente de la Knesset, Mickey Levy (derecha), y el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, Natan Sharansky (izquierda).
Mijael Sidko y su esposa junto al presidente de la Knesset, Mickey Levy (derecha), y el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, Natan Sharansky (izquierda).
Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar
Mijael Sidko y su esposa.

El último sobreviviente de la masacre de Babi Yar rompe el silencio

Cerca de seis décadas después de haber visto cómo asesinaban a su familia, Mijael Sidko permaneció en completo silencio. Continuó viviendo en Ucrania y ocultó su judaísmo incluso a sus hijos, hasta que emigró a Israel en el año 2000. Hace unos días recibió la Medalla de la Knesset, y contó sobre los trágicos días que nunca se borrarán de su memoria.

Itamar Eichner - Adaptado por Leandro Fleischer |
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"Recuerdo todo, todos los pequeños detalles, pero no quiero recordarlo. Me duele"
Mijael Sidko
Mijael Sidko tenía solo seis años cuando fue testigo de las atrocidades cometidas contra su familia. Los nazis y sus colaboradores ucranianos mataron a sangre fría a su hermano pequeño Volodya, a su hermana menor Clara y a su madre, que gritó de dolor y fue asesinada a tiros. Sidko es el último sobreviviente de la masacre de Babi Yar en los días más oscuros del 29 al 30 de septiembre de 1941.
Durante años, después de haber sido rescatado dos veces, Sidko ocultó su judaísmo incluso a sus propios hijos. Durante sesenta años no le contó a nadie sobre los eventos de Babi Yar, ya que continuó viviendo en un país empapado en la sangre de sus seres queridos. Sidko recibió la ayuda de una Justa entre las Naciones que le dio un hogar y una vida.
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Mijael Sidko y su esposa.
Mijael Sidko y su esposa.
Mijael Sidko y su esposa.
(Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar)
Los dos hermanos lograron escapar de la muerte en reiteradas ocasiones, en parte gracias a su vecina ucraniana. "El apartamento era compartido, y en una de las habitaciones vivía Sofia Kondratieva con su hija. Se quedaron con nosotros. Alguien entró y preguntó: ‘¿Quiénes son estos?’. Sofía respondió: ‘Estos son mis hijos’. De esta manera logramos sobrevivir hasta que la guerra terminó”, afirma Sidko. Por este acto, Kondratieva fue reconocida como Justa entre las Naciones.
"Recuerdo todo, todos los pequeños detalles, pero no quiero recordarlo. Me duele", dice.
"Recuerdo a una gran cantidad de personas de todo Kiev. Estábamos en grupos de 300 personas. Nos hicieron pasar por un puesto de control, se llevaron todos los documentos, todas las joyas, todo lo que teníamos. Después nos hicieron atravesar por otro puesto, el de los hombres sanos. Alguien tenía que trabajar porque los alemanes no lo harían. Los hombres fueron enviados a un lugar, las mujeres a otro, y los niños y ancianos a otro", cuenta.
Ese otro lugar era un barranco en las afueras de la ciudad, donde 33.771 judíos, casi todos los que residían en Kiev, fueron asesinados en solo dos días. Entre ellos estaban también dos niños pequeños y la madre Sidko, y él lo vio todo: "Estaban mi hermana Clara, de tres años y medio, y mi hermanito Volodya, de solo 4 meses", describe. “Mamá se paró con el bebé en brazos y Clara se aferró a su falda. Uno de los colaboradores agarró a Clara y la golpeó en la cabeza, luego la pisó fuertemente con su bota sobre el pecho hasta que murió. Mamá vio todo y perdió el conocimiento, el bebé cayó, luego el soldado se acercó a él y lo asesinó. Mamá se despertó y empezó a gritar, y el mismo colaborador le disparó. Tomaron a todos los cadáveres por las piernas y los arrojaron al barranco”, recuerda.
Un largo silencio
El joven Mijael Sidko y su hermano Grisha sobrevivieron milagrosamente después de que los nazis los seleccionaran para someterlos a experimentos o para realizar trabajos. "Grité, mi hermano Grisha me abrazó para que no viera nada, y así estuvimos hasta la noche", relata. "Nos llevaron a un sótano, donde estuvimos durante más de dos semanas. No sé por qué nos mantuvieron allí. Después de eso, nos llevaron al segundo piso, donde había un oficial alemán con un perro a su lado. En un rincón había un traductor, que era nuestro vecino, Ivan Ivanovich. Él dijo: "Conozco a estos niños. Son los hijos de mi amigo. Y así fue cómo nos sacaron de allí y empezamos a vivir un poco".
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Documentación histórica de Babi Yar.
Documentación histórica de Babi Yar.
Documentación histórica de Babi Yar.
(Archives of the Hamburg Institute for Social Research/Johannes Häh)
“Le prometí que la memoria de su familia, de las víctimas de Babi Yar y del Holocausto se conservarán para siempre. La historia de Mijael está entrelazada con la del Estado de Israel que surgió de las cenizas del Holocausto para detener el derramamiento de sangre del pueblo judío y para construirle un hogar en la tierra de sus antepasados"
Mickey Levy, presidente de la Knesset
Según las investigaciones, Sidko, que ahora tiene 85 años, es el último sobreviviente de la horrible masacre a la que sobrevivió. Recién en el año 2000 Sidko juntó valor y emigró a Israel, tras la cantidad de incidentes antisemitas que sucedieron en Ucrania a lo largo de los años. Este fue uno de los factores que resultaron en su largo silencio. Él vive ahora en Beit Shemesh, su hijo también reside en Israel y su hija en Canadá.
"Prometí que su historia y la de todos los judíos de Kiev y toda Europa del Este nunca sean olvidadas"
Hace unos días, el presidente de la Knesset, Mickey Levy, y el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, Natan Sharansky, visitaron su casa antes de una ceremonia celebrada el domingo en la Knesset, para conmemorar el 80 aniversario de la masacre de Babi Yar, acontecida en vísperas del Yom Kipur de 1941. En la reunión, recibió la Medalla de la Knesset. "La masacre de Babi Yar es una de las más brutales conocidas por la humanidad, con más de 33.000 judíos asesinados a tiros en dos días solo porque eran judíos", dijo Levy, y agregó que estaba "conmovido hasta las lágrimas" por la historia de vida de Mijael y lo felicitó por su heroísmo.
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Barranco de la muerte en Babi Yar.
Barranco de la muerte en Babi Yar.
Barranco de la muerte en Babi Yar.
(Archives of the Hamburg Institute for Social Research/Johannes Häh)
"La memoria del Holocausto es una misión nacional del Estado de Israel. Debemos hacer todo lo posible para garantizar que no se olvide. Me opongo al cese de los viajes a Polonia. Necesitamos estar allí y mirarnos a los ojos y a los de nuestros jóvenes. Babi Yar debería ser uno de los lugares para visitar, aprender y recordar"
Najman Shai, ministro de la Diáspora
“Le prometí que la memoria de su familia, de las víctimas de Babi Yar y del Holocausto se conservarán para siempre. La historia de Mijael está entrelazada con la del Estado de Israel que surgió de las cenizas del Holocausto para detener el derramamiento de sangre del pueblo judío y para construirle un hogar en la tierra de sus antepasados. Debemos mantener la seguridad, la fuerza económica y social del Estado de Israel, que son las mejores garantías para su futuro y para cumplir la promesa que le hicimos a Mijael y a las víctimas del Holocausto: nunca más", manifestó el presidente de la Knesset.
Sharansky le contó a Sidko sobre el desarrollo del Centro para la el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, establecido 80 años después de la horrible masacre cometida en un lugar que se convirtió en la fosa común más grande de Europa. Le prometió a Sidko que mencionaría los nombres de su madre, hermana y hermano en la ceremonia estatal que se celebrará en Babi Yar el 6 de octubre. "Ver con tus propios ojos a tus seres queridos siendo asesinados con terrible crueldad; escuchar disparo tras disparo mientras los judíos de tu ciudad eran arrojados al barranco de la muerte, son cosas que nunca se pueden olvidar", afirmó. “Me emocionó escuchar a Mijael contarnos su historia entre lágrimas, y le prometí que haría todo lo posible para que su historia y la de los judíos de Kiev, Ucrania y toda Europa del Este nunca sean olvidadas”.
Ver las voces
Babi Yar se convirtió en un símbolo del llamado "Holocausto de las balas". Durante la ocupación alemana de Ucrania (entre 1941 y 1943) fueron asesinadas y enterradas allí cerca de cien mil víctimas, la gran mayoría judíos, pero también opositores al régimen, enfermos mentales y gitanos. El Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar en Kiev se creó para conmemorar y contar la historia de 2,5 millones de judíos de Europa del Este, 1,5 millones de ellos solo de Ucrania, que fueron asesinados y enterrados en fosas comunes cerca de sus hogares.
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Mijael Sidko y su esposa junto al presidente de la Knesset, Mickey Levy (derecha), y el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, Natan Sharansky (izquierda).
Mijael Sidko y su esposa junto al presidente de la Knesset, Mickey Levy (derecha), y el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, Natan Sharansky (izquierda).
Mijael Sidko y su esposa junto al presidente de la Knesset, Mickey Levy (derecha), y el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar, Natan Sharansky (izquierda).
(Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar)
En toda el área de Babi Yar, se está estableciendo un complejo de museos con una docena de estructuras, cada una de las cuales contará una historia diferente relacionada con el Holocausto de los judíos de Europa del Este. El año pasado, se inauguraron varios monumentos y estructuras conmemorativas en la zona, incluida una sinagoga simbólica, una exhibición de los agujeros causados por los disparos (un símbolo del "Holocausto de las balas") y exhibiciones audiovisuales a través de las cuales se pueden ver y escuchar las voces de Kiev antes de la ocupación y los nombres de los muertos.
A la reunión convocada por el presidente de la Knesset asistieron el presidente del Centro para el Recuerdo del Holocausto de Babi Yar; el presidente de Yad Vashem, Danny Dayan; el presidente de la Organización Sionista Mundial y de la Agencia Judía, Yaakov Hagoel, la presidenta del Centro de Organizaciones para los Sobrevivientes del Holocausto, Colette Avital, y el presidente de la Asociación de Expatriados Ucranianos en Israel, David Levin.
El ministro de la Diáspora, Najman Shai, dijo en la ceremonia que "la memoria del Holocausto es una misión nacional del Estado de Israel. Debemos hacer todo lo posible para garantizar que no se olvide. Me opongo al cese de los viajes a Polonia. Necesitamos estar allí y mirarnos a los ojos y a los de nuestros jóvenes. Babi Yar debería ser uno de los lugares para visitar, aprender y recordar”.
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