De niño prendía fuego la bandera de Israel, hoy la sostiene con orgullo.
Yoel con la bandera de Israel y el uniforme de las FDI.
De niño antisionista a las FDI. La fascinante transformación de Yoel.

De quemar la bandera de Israel a enrolarse en las FDI

"Hoy miro mis fotos quemando banderas, y no puedo juzgar al niño que era. No sabíamos otra cosa", contó Yoel, quien creció en el corazón del movimiento jasídico antisionista Satmar en Estados Unidos. Emigró a Israel en contra de todo lo que creía y cerró el círculo: a sus 39 años cantó con orgullo el himno israelí en la ceremonia de graduación del entrenamiento de reclutas del Ejército. Ahora sueña con mediar entre las FDI y los ortodoxos extremistas. Su historia.

Kobi Nachshoni - Adaptado por Leandro Fleischer |
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Cuando el niño Yoel, del movimiento jasídico extremista Satmar en Estados Unidos, quemaba banderas israelíes con sus amigos durante el Día de la Independencia de Israel y borraba de los libros de oración la estrella de David, asociada al Estado judío, nadie podía haber imaginado que algún día se ofrecería como voluntario para servir en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Sin embargo, durante su adolescencia sintió que su alma deseaba un cambio y comenzó a buscar un mayor significado para la vida.
Yoel emigró a Israel, en oposición a sus creencias anteriores, y hace diez días cerró el círculo: a sus 39 años y siendo padre de seis hijos, juró lealtad al país con su uniforme militar y cantó con orgullo el himno israelí en la base Zrifin durante la ceremonia de graduación del entrenamiento de reclutas de las FDI. Yoel aún se define a sí mismo como jasídico, y como soldado del Mando del Frente Doméstico espera que lo designen para un puesto en el que pueda servir de enlace entre las FDI y los ortodoxos extremistas.
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De niño antisionista a las FDI. La fascinante transformación de Yoel.
De niño antisionista a las FDI. La fascinante transformación de Yoel.
De niño antisionista a las FDI. La fascinante transformación de Yoel.
"Hoy miro mis fotos quemando banderas solo por diversión, en el Día de la Independencia y Lag BaOmer, o a esos jóvenes que arrojan piedras y gritan 'nazis' a los policías en Mea Shearim, y no puedo juzgar al niño que era"
Yoel
Como parte del programa "Fase B", la Dirección Militar Haredi del Directorio de Personal de las FDI ofrece a las personas exentas de servir en el Ejército la posibilidad de ser voluntarios y alistarse por un período breve de solo unas pocas semanas, durante el cual reciben capacitación y cursos profesionales que los preparan para una variedad de puestos en el Mando del Frente Doméstico. Yoel formó parte de una compañía de casi 100 ortodoxos de entre 28 y 46 años, todos casados ​​y con familia. Y así, en una etapa de la vida en la que los reservistas ya se están acercando al fin de su servicio militar, debido a la edad o la cantidad de niños, estos voluntarios recién comienzan el servicio.
"Estos niños ni siquiera saben lo que es un nazi"
Yoel es el segundo de 13 hermanos y creció en Kiryas Yoel, una villa ubicada en el condado de Orange, Nueva York, un sitio donde vive una gran cantidad de miembros del movimiento jasídico antisionista Satmar. En su adolescencia se percató de que el modo de vida llevado por su entorno no era adecuado para él, y sus padres lo enviaron a estudiar a Israel. Se trata de una práctica familiar que tiene un doble propósito: por un lado mantenerlo alejado de la familia, para que su desviación del camino no afecte a sus hermanos y hermanas, y por el otro para asegurarse de que siga siendo ortodoxo y no abandone la comunidad.
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Yoel: "No puedo juzgar al niño que era".
Yoel: "No puedo juzgar al niño que era".
Yoel: "No puedo juzgar al niño que era".
"Cuando me percaté de que los ortodoxos de la comunidad éramos necesarios, decidí presentarme como voluntario”
Yoel
Cuando cumplió 18 años y pidió salir a estudiar una profesión y trabajar, los miembros de Satmar en Israel le ofrecieron casarse con G., una joven jasídica de Jerusalem, con quien está felizmente casado hasta el día de hoy. Después de que nació su hijo mayor y les resultó difícil ganarse la vida dignamente, la pareja regresó a vivir a Nueva York, pero G. quería regresar a Israel, por lo que después de 17 años Yoel se mudó al Estado judío junto a su familia, renunciando de esta manera a la casa de sus sueños que acababa de construir y a una prometedora carrera como ingeniero estructural.
Cuando escuchó de un amigo en el vecindario sobre el programa “Fase B” y que el Mando del Frente Doméstico estaba buscando ortodoxos como él, Yoel decidió ofrecerse como voluntario en las FDI. "El ADN de los jasídicos es el jesed (misericordia y amabilidad)”, explicó. "Cuando me percaté de que los ortodoxos de la comunidad éramos necesarios, decidí presentarme como voluntario”, agregó.
Su mujer lo apoyó y alentó, incluso cuando eso significaba quedarse sola durante semanas con seis hijos en casa.
"Hoy miro mis fotos quemando banderas solo por diversión, en el Día de la Independencia y Lag BaOmer, o a esos jóvenes que arrojan piedras y gritan 'nazis' a los policías en Mea Shearim, y no puedo juzgar al niño que era", admitió Yoel. “No sabíamos otra cosa. Pensamos que eso era lo que debíamos hacer, que era algo bueno. Ayudábamos a una anciana a llevar las bolsas con las compras, pero también quemábamos banderas y borrábamos la estrella de David de los libros de oración. Estos niños ni siquiera saben qué es un nazi porque no han estudiado historia. Para ellos, es solo un insulto", comentó.
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Yoel junto a su esposa G.
Yoel junto a su esposa G.
Yoel junto a su esposa G.
(Amit Shaabi)
"Miré de izquierda a derecha y me pregunté: ¿se me permite estar aquí? Estoy haciendo lo peor que hay. Pero luego descubres que puedes cantar el himno junto con otros ortodoxos. Fue algo muy, muy emocionante"
Yoel
G. también entendió esto durante sus años de residencia en Nueva York. "Un niño de Satmar está seguro de que a todo aquel que aterriza en Israel, los sionistas le cortan el peyet (cabellos laterales característicos de los judíos), lo obligan a comer cerdo y a servir con mujeres en el Ejército. Esto es lo que ven allí en sus periódicos. Sufren un lavado de cerebro”, señaló.
Yoel lamenta no poder contarles a su padre y a sus hermanos que se enroló en las FDI, pero ha podido superar el asunto. "No puedo tomar a una persona antisionista de 60 años e intentar convencerla ahora de que está bien servir al país", dijo. “También entiendo y acepto lo de honrar a tu padre, aunque no siempre sea algo sencillo. Si fuera tan fácil, no debería haberse incluido como una mitzvá (mandamiento) central en la Torá".
Su hija, que asiste a una institución ortodoxa de Satmar, tampoco puede decir en la escuela que su padre se enroló en las FDI. De lo contrario, sería expulsada del colegio.
Como alguien que busca mediar entre el Estado y la comunidad ortodoxa, y considera esto como una misión para su vida, Yoel también finalizó recientemente un curso de mentoría al que asistió durante dos años y medio. "De pronto aprendí la Biblia y la historia y geografía de la Tierra de Israel, y para mí es otra herramienta para influir en mis amigos en Satmar", sostuvo.
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De niño prendía fuego la bandera de Israel, hoy la sostiene con orgullo.
De niño prendía fuego la bandera de Israel, hoy la sostiene con orgullo.
De niño prendía fuego la bandera de Israel; hoy la sostiene con orgullo.
"Ahora los llevo a las tumbas de los justos, y en el camino les inculco historias de heroísmo en las guerras israelíes. Lo hago sabiamente y no como alguien que viene a predicarles, ya que solo de esa manera puedo influir. Espero que mi mensaje llegue a ellos”, añadió.
Uno de los momentos más conmovedores para Yoel fue cuando cantó "Hatikva" (el himno de Israel) por primera vez en su vida en la ceremonia de graduación del Mando del Frente Doméstico. "Crecí pensando que era como comer cerdo, lo más inmundo", expresó. "Miré de izquierda a derecha y me pregunté: ¿se me permite estar aquí? Estoy haciendo lo peor que hay. Pero luego descubres que puedes cantar el himno junto con otros ortodoxos. Fue algo muy, muy emocionante", manifestó.
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