Uwe, un pastor belga Malinois, de seis años, es el reservista de las FDI más adorable que existe. Está descansando sobre una alfombra, en una casa, en el extremo oriental del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza. Después de todo, en edad humana, tiene alrededor de 40 años, por lo que no es tan ágil como solía ser.
El uso de perros en la guerra, no es nada nuevo para las fuerzas en servicio activo, pero Uwe es el primer perro que ya disfrutaba de la vida civil, cuando su adiestrador fue llamado a filas y, por lo tanto, él también.
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El uso de perros en la guerra, no es nada nuevo para las FDI en servicio activo.
(Yariv Katz)
El dueño, Adi Hazut, solía servir en la Unidad K9, de las Fuerzas Especiales de Oketz y, cuando fue dado de baja del servicio activo, se llevó un cachorro de Malinois belga de una camada reciente.
Hazut entrenó a Uwe para que fuera un perro guardián y ambos son empleados de un equipo de seguridad, que brinda servicios a los agricultores del norte. "Éste es un perro que viene de una orgullosa herencia de las FDI; no dudé en llevarlo conmigo para tareas de reserva", sostuvo Hazut.
En la vida civil, Uwe huele a kilómetros de distancia a los ladrones de aguacates y maíz, y los persigue. "Está acostumbrado a los espacios abiertos de los campos de maíz y los huertos", dijo Hazut, mientras Uwe nos gruñía. "Pero aquí, en Gaza, ayuda a rastrear el área y localizar terroristas y municiones en todo tipo de estructuras. Ambos faltamos al trabajo, pero está bien. Después de todo, es para el frente interno", concluyó.
