El martes, funcionarios de salud israelíes ordenaron a los hospitales reducir la actividad en algunas clínicas ambulatorias y departamentos quirúrgicos para redirigir todo el personal y recursos a combatir el coronavirus.
El Ministerio de Salud comunicó a los jefes de los hospitales israelíes que deben reducir del 30% al 50% su atención no relacionada con COVID-19 en clínicas ambulatorias y ofrecer, en su lugar, asesoramiento médico en línea.
Lo más probable es que el movimiento provoque que muchos servicios ambulatorios, como cirugías y pruebas, se retrasen una vez más, repitiéndose lo que ya ocurrió durante la cuarentena general.
Según el ministerio, los hospitales podrán priorizar la forma en que se reducirá la atención y tendrán un control total del proceso.
Además, debido al creciente número de equipos médicos necesarios para la cuarentena, después de haber estado en contacto con portadores de coronavirus confirmados, los hospitales tendrán la oportunidad de contratar personal de las fuerzas armadas para ocupar puestos en diferentes salas.
Las Organizaciones de Mantenimiento de Salud (HMO por sus siglas en inglés) del país también recibieron instrucciones de reducir la actividad no relacionada con el COVID-19. "Para minimizar el riesgo de contagio, cualquier tratamiento en persona debe reducirse entre un 30% y un 60%", mencionó el ministerio. "La atención a larga distancia podría usarse para responder a necesidades médicas".
A las HMO se les solicitó que separaran a las poblaciones de alto riesgo del público en general en las clínicas, asignando distintas horas a diferentes grupos de edad o recibiendo pacientes en riesgo en ubicaciones especiales.
También se les pidió a los hospitales y a las HMO que permitieran que no más de un familiar o cuidador acompañante ingrese a sus instalaciones con los pacientes.
Esto significará una sustancial pérdida financiera para las instituciones.
El director general del Centro Médico Hadassah en Jerusalem, el profesor Zeev Rotstein, sostuvo que las nuevas directivas son desastrosas para quienes padecen enfermedades que no son coronavirus.
Aseguró que los pacientes no habían recibido tratamiento durante los primeros meses de la pandemia y que el cáncer, las enfermedades cardíacas y otras patologías, son urgentes y no se recomienda posponer los tratamientos.
Rotstein agregó que los hospitales han tomado medidas para brindar atención a todos los pacientes. "Debemos recordar que los hospitales también deben generar ingresos y no pueden existir a largo plazo sin ellos".
Actualmente hay 358 pacientes con coronavirus en tratamiento en hospitales, 85 de ellos están en estado grave y 35 necesitan respiración asistida, según el informe del Ministerio de Salud del martes por la mañana.