Durante los últimos meses, Israel ha registrado un aumento preocupante en el número de niños y adolescentes contagiados de COVID-19. Según los expertos, se debe principalmente a la circulación de una serie de variantes nuevas del patógeno a lo largo y ancho del país.
En noviembre pasado, a unos 400 niños menores de dos años se les diagnosticó COVID-19. Para febrero, ese número ha aumentado a más de 5.800, a pesar del tercer cierre a nivel nacional y la muy alabada campaña de vacunación masiva del Estado judío.
"La alta tasa de infección entre los niños se está expandiendo a edades más tempranas y llega a los bebés. Estos son fenómenos nuevos que reflejan todo lo que está sucediendo en el país en términos de infecciones. Todo se deriva de las nuevas mutaciones, incluida la británica, que muchos temen que sea más mortal que el virus original", dijo el profesor Tzachi Grossman, director de la Asociación Pediátrica de Israel.
"Si esto es cierto, significa que no solo se están infectando más niños, sino que incluso pueden morir a tasas más altas. La solución es inocular a tantas personas como sea posible", agregó.
Entre los niños pequeños infectados con COVID-19 se encuentra Iyar Melamed, de cinco meses, que actualmente se encuentra hospitalizado en el Centro Médico Kaplan en Rehovot. Los padres, Bar y Ohad Melamed, también dieron positivo.
"Nuestra hija tiene cinco meses y ha sido ingresada en la sala de coronavirus", contó Ohad. Y añadió: “Mi esposa llora y no puede soportar el hecho de que Iyar tenga COVID, especialmente teniendo en cuenta que la semana pasada nos enteramos que un bebé murió a causa del virus. Es muy estresante y aterrador".
Ohad asegura que Iyar comenzó a mostrar síntomas activos del virus -como fiebre, llanto y fatiga- aproximadamente al mismo tiempo que la familia descubrió que estaban infectados. “El lunes decidimos llevarla al hospital. Allí, cerca de ocho ambulancias esperaban en la entrada de la sala de emergencias, todas con pacientes con coronavirus esperando una cama vacía. Por suerte para nosotros, en la sala de coronavirus infantil tenían un par de camas libres, por lo que fuimos admitidos inmediatamente”, contó Ohad.
El profesor Amnon Zung, director del departamento de niños del Centro Médico Kaplan, dijo que ha habido un marcado aumento de casos entre los jóvenes: “Afortunadamente, muchos de ellos atraviesan la enfermedad con facilidad, pero también hemos visto casos graves de niños que llegan con fiebre alta y dificultad para respirar, incluso hubo algunos que tuvieron que ingresar en cuidados intensivos".