Por sí solos, los doctores no pueden dar un pronóstico preciso a todos y cada uno de los cientos de pacientes que tratan. Pero la inteligencia artificial puede ayudar, según Ronni Gamzu, CEO del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, también conocido como el Hospital Ichilov.
“La digitalización inteligente nos puede convertir en mejores doctores y enfermeros”, sostuvo Gamzu durante la Conferencia Económica Nacional, organizada por Calcalist y el Banco Leumi en Tel Aviv, y remarcó que puede hacer que los procesos sean más eficientes y reducir prejuicios políticos y raciales.
Según explicó, el sistema de salud israelí se encuentra detrás de otras industrias en lo que respecta a la digitalización. “Esto significa que hay que reinventar la forma en que se proveen servicios médicos”, dijo.
“El objetivo de la digitalización es hacernos más precisos, más orientados a los servicios, y más rápidos, pero ese no ha sido el caso”, sostuvo Gamzu, agregando que las preocupaciones acerca de la privacidad pueden haber impedido el progreso en su propio centro. Cuando más datos sobre los pacientes se hicieron disponibles, el servicio mejoró considerablemente.
Cuando se le diagnosticó una forma inusual de cáncer el año pasado, Gamzu experimentó lo que se siente estar del otro lado de la ecuación. A su modo de verlo, “los doctores se sienten incómodos acercándose y no se dan cuenta de lo mucho que los pacientes necesitan un toque humano”.
Su médico le dijo que su tipo de cáncer puede volver a aparecer incluso después de 20 años, y Gamzu se sintió devastado. “El doctor estaba hablando como un científico. Pero como paciente, esto no es lo que necesitaba. Lo que quería era esperanza”, relató.
“La digitalización debería hacerse con empatía y teniendo en cuenta el estado sensible de los pacientes, el cual puede verse afectado duramente por cualquier cosa que un doctor les dice”, cerró.