El mundo de la medicina sigue evolucionando a pasos agigantados, lo que lleva a un aumento significativo de la esperanza de vida. En el siglo pasado costaba creer que llegar a la edad de 100 años sería muy excepcional, que la esperanza de vida promedio en Israel estaría entre las primeras diez del mundo, o que los ciegos volverían a ver por medio de un ojo biónico.
Pero la realidad supera a la ficción: cientos de miles de investigadores de todo el mundo trabajan día a día para anunciar el próximo avance. Tal como ocurrió en la década pasada, también los próximos 10 años prometen innovaciones médicas de gran alcance, que sobrepasarán los límites existentes, y alargarán nuestras vidas de una manera que hoy es difícil de imaginar.
A continuación, los inventos que se prevé se concreten en los próximos años:
Los nuevos medicamentos que se crearon en los últimos años han llevado a un cambio drástico en lo que respecta al contagio por VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana: infección que lleva al SIDA). Dichos medicamentos no sólo redujeron las posibilidades de contagio e infección, sino que también aumentaron la esperanza de vida de los portadores, y hoy podemos decir abiertamente que los pacientes en cuyo organismo el nivel del virus es mínimo y tiende a cero, no mueren de SIDA. Pero el gran desafío es eliminar por completo el virus, o prevenir la enfermedad.
Los científicos han fracasado hasta ahora en sus numerosos intentos de dar con una vacuna contra el evasivo virus: ocurre que el virus del VIH crea mutaciones constantemente: cambios genéticos que “sorprenden” al sistema inmunológico y no permiten lograr una vacuna que “dure” e impida una infección universal.
Los científicos, no obstante, han dado a conocer recientemente que esa vacuna ya no es una utopía: investigaciones avanzadas que se llevaron a cabo últimamente en Estados Unidos y en África, han demostrado que las vacunas en vías de desarrollo lograron prevenir la infección. Se prevé que las nuevas tecnologías permitirán crearla antes de lo que se piensa: al parecer, ya en la próxima década.
No sólo la vacuna está en camino: algunos investigadores exploran otras posibilidades terapéuticas para curar el VIH en aquellos que no han podido protegerse del virus. Entre las opciones que se estudian a fondo están las siguientes: el trasplante de médula ósea donado por las pocas personas inmunes a la infección, así como la creación de medicamentos biológicos que harán que el sistema inmunológico humano elimine el virus letal.
El robot Da Vinci fue el pionero que apareció en los quirófanos, y que ayudó a los cirujanos a extirpar tumores cancerosos de la próstata. La continuación era natural: se crearon más y más robots, lo que permitió a los cirujanos operar aun estando lejos de la camilla del paciente, y lo lograron con la máxima precisión y un mínimo de complicaciones.
Está previsto que esta tecnología se siga desarrollando en los próximos años, y que cada vez en los quirófanos haya más robots que lleven a cabo operaciones. Es cierto que todavía es el cirujano quien pone en marcha los robots y los controla. Pero en el mundo de la biotecnología ya piensan en la próxima generación de robots que funcionarán como el “piloto automático” de los aviones, que introducirán de antemano los datos del paciente y que con un programa de cirugía paso a paso el procedimiento quirúrgico se hará solo, mientras el cirujano jefe sólo monitorea y controla a la distancia.
En los próximos años la robótica desempeñará un papel cada vez más importante en el tratamiento: científicos predicen que no está lejos el día en que los robots hagan más del 50% del trabajo de las enfermeras en las salas de hospitalización. Los robots han de repartir los medicamentos con precisión escaneando el código de barras del paciente, y llevarán a cabo exámenes básicos como tomar la presión arterial y hacer un electrocardiograma. Además, responderán a las preguntas de los pacientes sobre su estado y sobre lo que les espera mientras sigan internados en el hospital.
En algunos países, ya es cuestión de rutina que en el marco del tratamiento de pacientes oncológicos, los medicamentos se adecuen personalmente a cada uno. Cada vez más tratamientos biológicos de cáncer se adaptan de manera específica al paciente y a las características genéticas del tumor. Exámenes innovadores permitirán mapear docenas de genes y de mutaciones, y permitirán programar un tratamiento exacto para cada paciente.
Y esto es sólo el comienzo: se prevé que en la próxima década haya una gran cantidad de medicamentos como ésos, pero no sólo para el cáncer. Se espera que muchas enfermedades se curen gracias a tratamientos que se administrarán a los pacientes con una adecuación máxima. Esta adecuación tendrá como resultado una reducción del tiempo del tratamiento y porcentajes de curación mucho más altos.
Todos los días se llevan a cabo en Israel miles de tomografías computarizadas (CT) y de pruebas de imágenes por resonancia magnética (MRI) con objeto de diagnosticar enfermedades, determinar las características de los problemas, planificar un tratamiento óptimo y salvar vidas. Pero las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas son incómodas y costosas. El resultado es que hay largas esperas para hacerse esos exámenes: semanas e incluso meses.
La principal dificultad está en los aparatos de MRI: aunque son muy precisos, especialmente en lo que respecta a los órganos internos, y no emiten rayos X, el examen es muy largo y a veces dura más de una hora, lo que requiere anestesia general en el caso de los niños. Y, sobre todo, es muy caro.
Para los próximos años también se prevén innovaciones en lo que se refiere a imágenes médicas: se espera que los aparatos de escaneo sean más pequeños, baratos y rápidos, así como mucho más precisos. Hace poco se presentaron modelos de aparatos de este tipo en congresos médicos. Uno de ellos era un aparato de MRI que reduce el escaneo del cerebro de una hora y cuarto a sólo veinte minutos, y con la misma calidad.
Esta área ya se ha convertido en cuestión de rutina en Israel: las sociedades médicas se han convertido en pioneras a nivel mundial en el terreno de la telemedicina, lo que permite a los médicos examinar a los pacientes, hacer diagnósticos y también enviar recetas sin que el paciente se mueva de la casa.
Se trata de una mejora muy significativa, en especial para los pacientes que viven lejos de las grandes ciudades y tienen el problema de la falta de médicos especialistas y de clínicas que están muy distantes de sus lugares de residencia. Un invento israelí permite incluso llevar a cabo un examen físico completo y muy preciso, y transmitir los resultados al médico.
Se espera que la medicina a distancia se desarrolle aun más en los próximos años: las sociedades médicas dedican grandes esfuerzos a ampliar los servicios de telemedicina. Las conversaciones por video o videollamadas sustituirán cada vez más las visitas a las policlínicas de los médicos de cabecera y a los pediatras fuera de los hospitales, sin que los pacientes pierdan un día de trabajo, se encuentren con atascos ni tengan necesidad de buscar estacionamiento.
