Más de dos meses después de lanzar su exitosa campaña de vacunación contra el COVID-19 en todo el país, el Estado de Israel aún no ha elaborado un esquema que permita a los hospitales inocular a los pacientes hospitalizados.
Este grupo incluye a las personas que han estado internadas durante un período prolongado de tiempo y que aún no se han vacunado o han recibido solo la primera dosis antes de ser admitidos en el hospital. Muchos de estos pacientes tienen un alto riesgo de desarrollar una enfermedad grave si contraen el patógeno.
Una encuesta realizada por la publicación hermana de Ynet, Yedioth Ahronoth, muestra que ninguno de los hospitales del país, además del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, conocido como Hospital Ichilov, inmuniza a los pacientes hospitalizados, con la excepción de casos específicos.
El director del Departamento de Neurocirugía Pediátrica del Centro Médico Sheba y el presidente de la Asociación de Médicos, el Dr. Zeev Feldman, llamó a vacunar a los pacientes hospitalizados que han estado internados por períodos prolongados y su condición médica lo permite. Además, agregó que la inyección podría salvar muchas de esas vidas.
La Dra. Esti Sayag, que supervisa la campaña de vacunación del Centro Médico Sourasky, dijo que, como parte de las políticas del hospital, se pregunta a todos los pacientes que ingresan en la institución si han sido inmunizados.
Sayag agregó que la política fue implementada por el director del hospital y exencargado del manejo de la pandemia a nivel nacional, el profesor Ronnie Gamzu. “El hospital está actuando de forma independiente de las pautas del Ministerio de Salud”, exclamó.
En respuesta a la solicitud de Ynet, el Ministerio de Salud dijo que no podía asignar vacunas a los hospitales porque la mayoría de los pacientes hospitalizados ya habían sido vacunados por sus proveedores de atención médica y no podía predecir cuántos pacientes no vacunados llegarían a los hospitales.