El director nacional del Proyecto Coronavirus, el profesor Nachman Ash, reconoció que el Ministerio de Salud de Israel se encuentra investigando una pequeña cantidad de casos de miocarditis (que es una inflación del corazón) en un grupo de personas que recibieron la vacuna del laboratorio Pfizer.
Ash no precisó si el número de casos registrados en Israel es mayor de lo que se esperaría para la población en general, pero que el ministerio israelí "está examinando si hay un exceso en la morbilidad y si puede atribuirse a las vacunas", según declaraciones recogidas por la agencia Reuters y reproducidas por la revista norteamericana Newsweek.
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Profesor Nachman Ash, coordinador de la lucha contra el coronavirus en Israel.
(Avi Chai)
Al profesor Ash señaló que ha habido "decenas de incidentes" entre más de 5 millones de personas que han sido completamente vacunadas en el país. La población total es de poco más de 9 millones.
Según un informe no oficial del organismo sanitario, se habrían registrado 62 casos de miocarditis en pacientes vacunados. La mayoría de los casos se habían desarrollado después de la segunda inyección y la mayoría habrían ocurrido en hombres menores 30.
Pfizer dijo a Reuters que estaba al tanto de las investigaciones y agregó: "Los eventos adversos se revisan de manera regular y exhaustiva y no hemos observado una tasa más alta de miocarditis de lo que se esperaría en la población general. No se ha establecido un vínculo causal con la vacuna".
La miocarditis es una inflamación del corazón que generalmente es causada por una infección viral, aunque existen muchas causas potenciales. Algunas cosas que pueden causar la afección incluyen el virus de Epstein-Barr y las infecciones de transmisión sexual como la hepatitis C, el herpes y la clamidia.
Varias bacterias también pueden provocar miocarditis, al igual que ciertos parásitos e infecciones fúngicas.
La afección puede afectar el sistema eléctrico del corazón y reducir su capacidad para bombear sangre. En casos graves, significa que el cuerpo no recibe suficiente sangre, lo que a su vez puede provocar coágulos, derrames cerebrales o ataques cardíacos.