Una buena noticia para las mujeres israelíes que antes o después de un parto deseen vacunarse contra el coronavirus: expertos del Ministerio de Salud publicaron un documento en el que argumentan que no existe ninguna contraindicación para que embarazadas, lactantes o inclusive mujeres que planean ser madres reciban las vacunas de Pfizer o Moderna.
La posición del ministerio israelí se basa en fuentes médicas de todo el mundo e informes de los laboratorios que desarrollaron las vacunas. Y participaron de la investigación diferentes organizaciones médicas nacionales: el Consejo Nacional de Ginecología, la Asociación Israelí de Obstetricia y Ginecología, y el Centro Nacional de Consejería en Toxicología; entre otras.
Lo que explican los expertos es que como las vacunas de Pfizer y Moderna, las dos que actualmente están autorizadas en Israel, no causan la enfermedad y no modifican el código genético de los vacunados, no existe ninguna contraindicación para que este grupo de mujeres pueda recibir la inmunización.
Sin embargo, como hasta el momento las mujeres embarazadas o lactantes no fueron incluidas en los ensayos clínicos en humanos, los laboratorios no pidieron a la FDA que este grupo sea incluido en la aprobación de emergencia de la vacuna.
La mayoría de los expertos consideran que no hay ningún impedimento para vacunar a mujeres que están sometiéndose a un tratamiento de fertilidad o que planean un embarazo. Al mismo tiempo, existen opiniones divididas sobre las recomendaciones para vacunar a este sector: algunos consideran que deben vacunarse lo antes posible y otros aconsejan esperar hasta que los estudios avancen y haya más información disponible.
En el caso de mujeres que quieran quedar embarazadas y tienen enfermedades como la obesidad o diabetes, factores de riesgo en caso de infectarse con COVID-19, la recomendación es que se vacunen porque el riesgo de contraer coronavirus es más grande que la posibilidad de que la vacuna no sea todo lo segura que se espera.
En cuanto a las que ya están embarazadas, existe consenso entre los expertos israelíes en que no debería haber ningún impedimento en que sean vacunadas. Además, si se trata de un embarazo no planificado posterior a la vacunación, no hay ninguna indicación de interrumpir el embarazo por ese motivo.
Según el documento, lo mismo ocurre con mujeres lactantes: la vacuna se espera que sea segura, pero no fue aprobada por la FDA simplemente porque no fueron incluidas en la fase 3 de ensayos. Se estima que en la próxima fase de pruebas, cuando estas mujeres sean incluidas, los resultados no arrojarán ninguna contraindicación ya que, como se mencionó, la tecnología de Pfizer y Moderna no altera la carga hereditaria de las células de la madre o el feto.
Recientemente asociaciones médicas de Estados Unidos también afirman que no hay peligro en la administración de vacunas en mujeres embarazadas, lactantes o con intención de ser madres en el corto plazo. Argumentan, al igual que los expertos israelíes, que los beneficios de la vacuna son más grandes que los riesgos de seguridad por no haber integrado, hasta el momento, a este sector de la población en los ensayos clínicos.