Según datos del Ministerio de Salud de Israel publicados en la mañana del viernes, por primera vez en diez meses durante el jueves no se registraron muertes por coronavirus en todo el país.
El último registro sin fallecimientos diarios por COVID-19 había sido el 29 de junio de 2020, entre la primera y segunda ola del virus en el país, por lo que la cifra de muertes en Israel desde el inicio de la pandemia se detuvo por estas horas en 6.346.
Este dato optimista se une al descenso de pacientes en estado crítico, que esta mañana se situaba en 160, en comparación con los 1.200 que se llegaron a registrar en plena tercera ola del coronavirus. Actualmente solo hay 1.860 pacientes activos y ayer se confirmaron 129 nuevos contagios, tras una jornada de alrededor de 35 mil testeos que arrojaron una tasa de positividad muy pequeña: 0,4%.
“La mortalidad desciende drásticamente y todos los pacientes que tenemos internados no recibieron la vacuna”, contó Michael Halberthal, director del hospital Rambam de la ciudad de Haifa. “No hay dudas de que las vacunas están demostrando su eficacia”, agregó.
La campaña de vacunación contra el COVID-19 en Israel ya alcanzó a más de 5 millones de ciudadanos mayores de 16 años, quienes recibieron las dos dosis de la vacuna desarrollada por el laboratorio Pfizer. Aún sin haberse vacunado los menores de 16 años, el número representa a más de la mitad de la población total de Israel.