La semana pasada Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, declaró en conferencia de prensa su intención de comprar “otras 36 millones de dosis de vacunas” contra el coronavirus, situación que desató una fuerte disputa interna entre los ministerios de Salud y Finanzas.
“El coronavirus debe abordarse a largo plazo, hay que asegurarse decenas de millones de vacunas porque la competencia es dura”, argumentó Netanyahu. Pero desde el Tesoro expresaron su preocupación por lo que podría ser un gasto de miles de millones de shekels que podrían tirarse a la basura, ya que en esta instancia de la pandemia no está claro si esas dosis serán necesarias.
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Netanyahu expresó su intención de comprar 36 millones de dosis y se desató una interna dentro del gobierno.
(captura de pantalla)
Los responsables de las arcas del Estado afirman que no hay certezas sobre la duración de los anticuerpos que proporcionan las vacunas ni cada cuánto tiempo las personas deben aplicarse las inyecciones. Además, alegan que los contratos que se firman con las farmacéuticas en general son inflexibles y no permiten coordinar el envío de las vacunas a Israel en función de las necesidades de cada momento.
Desde el Ministerio de Salud sostienen que es necesario proveerse de la mayor cantidad de vacunas posibles y el tema generó fuertes tensiones. Mientras desde el Ministerio de Finanzas acusan falta de transparencia, fuentes involucradas en las discusiones afirman que este martes Hezy Levy, director general del Ministerio de Salud, le espetó a sus pares del Tesoro: “No les debo ninguna explicación”.
Levy negó haber pronunciado esa frase y dijo que “lo que se filtró de esa reunión fue falso y tendencioso”. La disputa derivó en que los participantes de la reunión firmaran un acuerdo de confidencialidad sobre las conversaciones mantenidas puertas adentro.
Desde el Tesoro emitieron un comunicado que reconoce las diferencias existentes entre los dos ministerios. “Las decisiones de esta magnitud, que cuestan miles de millones de shekels, deben tomarse después de un examen exhaustivo, evaluación de posibles escenarios y argumentos profesionales bien fundados. El Ministerio de Finanzas elevó preguntas al Ministerio de Salud sobre los argumentos profesionales para comprar decenas de millones de vacunas, pero aún no se recibió una respuesta completa”.
