Grasa abdominal
Las mujeres con grasa en las caderas tenían un riesgo de infarto un 62% menor.
Ynet
 La investigación buscó determinar si la distribución de la grasa corporal reducía el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y vasculares

Mujeres delgadas también tienen un alto riesgo de infarto

Investigación en Estados Unidos demostró que los problemas cardíacos no afectan solamente a las personas con sobrepeso.

Dr. Itai Gal - Adaptado por Beatriz Oberlander |
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Hasta hace poco tiempo, pensábamos que el sobrepreso suponía un riesgo de sufrir un infarto y de padecer otras enfermedades. Pero en una investigación llevada a cabo en Estados Unidos se demostró que también mujeres delgadas corren los mismos riesgos, y que el factor que influye es en realidad la grasa abdominal. “Si es usted delgada” pero ‘tiene de dónde agarrarse’ en el abdomen, conviene que vaya al médico para someterse a un examen", advirtieron especialistas del Hospital Beilinson. Durante años, en el mundo de la medicina se pensó que el índice de masa corporal (IMC) garantizaba salud, pero cada vez más investigaciones muestran hasta qué punto eso no es exacto. Por ejemplo, se pensaba que un IMC elevado aumentaba el riesgo de enfermedades vasculares (es decir, enfermedades del corazón y de los riñones, así como accidentes cerebro-vasculares) y el riesgo de tener problemas metabólicos y diabetes. Pero una nueva investigación muestra que incluso mujeres con un buen IMC, pueden corren un gran riesgo de sufrir infartos y accidentes cerebro-vasculares. El hallazgo se dio a conocer en el reciente Congreso Europeo de Cardiología a través de una investigación que estudió a 2.683 mujeres en la edad de la menopausia y con un buen IMC, es decir, entre 18,5 y 24,9. Los investigadores querían saber si la distribución de la grasa corporal reducía el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y vasculares, incluso cuando el peso en relación a la altura es correcto. El IMC es el parámetro que mide la masa corporal, y refleja la obesidad o delgadez. Si se toma en cuenta sólo el peso, no es posible determinar con exactitud si se trata de obesidad porque es evidente que una persona alta pesará más que una baja. En consecuencia, descubrieron una fórmula llamada IMC, que consiste en el peso dividido por la altura al cuadrado. Mientras hacían el estudio, los investigadores detectaron 291 casos de problemas cardiológicos. Luego de tomar en cuenta los factores de riesgo como el tabaquismo, los niveles de grasa y la diabetes, vieron que fue la grasa abdominal la que duplicó el riesgo de infarto. Por otro lado, las mujeres a las que se les había acumulado grasa en las caderas tenían un riesgo de infarto un 62% menor.
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Grasa abdominal
Grasa abdominal
La investigación buscó determinar si la distribución de la grasa corporal reducía el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y vasculares
(Ynet)
Otras investigaciones que se hicieron en el pasado ya habían llegado a la conclusión de que la grasa abdominal, también en personas delgadas, aumenta el riesgo de infarto. En abril del año 2018 se dio a conocer una investigación que hizo la Clínica Mayo de Estados Unidos con 1.700 personas, y se vio que quienes tenían un buen IMC pero al mismo tiempo un porcentaje elevado de grasa abdominal corrían el doble de riesgo de infarto, de someterse a un cateterismo o de morir por problemas cardíacos.
"Un cuerpo delgado con un abdomen con grasa apunta a un estilo de vida sedentario, con una baja masa muscular y una elevada necesidad de hidratos de carbono. Si usted tienen mucho vientre, el objetivo tiene que ser reducir el contorno de las caderas más que una reducción general de peso”, recomendaron los médicos.
“Hoy en día sabemos que la distribución de la grasa es importante, e influye mucho más que el peso”, explica la doctora Tali Porter, especialista en Cardiología del Hospital Beilinson y que preside el Congreso para el Avance de la Salud Cardiológica de la Mujer que tuvo lugar estos días, quien también agregó que ”muchas mujeres tienden a considerar sólo el peso como algo dañino. Pero la nueva investigación muestra nuevamente que es más importante tomar en cuenta la distribución de la grasa, que es lo que influye en la salud aun en mujeres delgadas".
“Nosotros no decimos que las mujeres delgadas ahora tendrían que ponerse nerviosas -dice la Dra. Porter al tratar de calmar a las personas afectadas-, pero es importante saber que también si el peso es correcto, hay que tener en cuenta la distribución de la grasa, y si ésta se concentra en el abdomen. Es decir que si ‘hay de dónde agarrarse’ conviene ir al médico para que evalúe el riesgo que existe para el corazón, lo que supone estudiar el nivel de colesterol, el azúcar en la sangre, la presión arterial, así como la cantidad de ejercicio y la nutrición”, indicó.
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