En Israel se llevan a cabo cada día 184 cirugías plásticas y 1.304 procedimientos estéticos de otro tipo, y en lo que va del año se realizaron casi medio millón de tratamientos de belleza, de los cuales 67.000 fueron quirúrgicos.
Se desprende asimismo de los datos de la Asociación de Cirugía Plástica del país que en el 2019 se llevaron a cabo 9.215 operaciones de aumento de senos, frente a unas 2.000 para reducirlos. Otra cirugía muy común es la del levantamiento de los senos, que en el año que está a punto de terminar se hicieron 3.703 mujeres. El procedimiento más común en segundo lugar es la liposucción, que 7.251 mujeres decidieron hacerse.
Unos 5.000 hombres y mujeres se sometieron a cirugía de nariz, 3.876 para levantar los párpados y 3,500 israelíes aproximadamente se operaron para aplanar el vientre, lo que es habitual en mujeres después de dar a luz, y tanto en mujeres como hombres después de bajar drásticamente de peso. Por otro lado, sólo 400 mujeres y hombres, especialmente jóvenes, se sometieron a cirugías estéticas en las orejas.
Otro dato interesante es que en la última década se disparó el mercado de inyecciones de botox y de ácidos, las cuales se cuadruplicaron e implicaron operaciones por unos NIS 400 millones en el 2018, en comparación con 100 millones en el 2008. A lo largo del año 2019, se dieron en Israel 205.346 inyecciones de toxina botulínica (del tipo botox y dysport) a hombres y mujeres para reducir las arrugas. En Israel se aplican cada año medio millón de inyecciones y otros procedimientos estéticos.
De acuerdo con otros datos que hemos obtenido “Tecnologías E.M.I.” (sigla en inglés para “método de interferencia electromagnética”), que domina el 60% del mercado de inyectables en Israel con la marca Restylane, en los dos últimos años se ha producido otra tendencia: el porcentaje de hombres que se inyectaron se duplicó, y pasó del 8% de todas las inyecciones en el 2017 al 16% en el 2019.
Según el presidente de la Asociación de Cirugía Plástica, el doctor Meir Cohen, “la era de las redes sociales y las selfies, junto con el cambio del modelo de belleza masculina han llevado en los últimos años a una considerable demanda de cirugías por parte de hombres, tanto en Israel como en el resto del mundo. En un congreso sobre el tema, el programa académico se centró en los avances en la investigación científica y de las técnicas quirúrgicas innovadoras en las cirugías a mujeres y a hombres. Al congreso fueron invitados destacados oradores internacionales con objeto de intercambiar conocimientos, debatir técnicas de cirugía y de ponerse al día en lo que respecta a las investigaciones”.
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El mercado de inyecciones de botox implicó operaciones por unos NIS 400 millones en el 2018.
(Pexels)
Por su parte, el doctor Gai Najmani, especialista en cirugía plástica, señala que “las operaciones estéticas y otros tratamientos en ese campo pueden llevar a un cambio drástico de la imagen que la gente tiene de su cuerpo, en la confianza en sí mismos y en la sensación interior de felicidad. Pero el objetivo no es convertir a un ser humano en otra persona, sino darle una versión más joven y hermosa de sí mismo”.
En el 2019, se presentaron unas 50 quejas contra impostores que se hacen pasar por expertos en tratamientos estéticos. Las quejas se presentaron en el Ministerio de Salud, en la Policía y en el Sindicato, y dos de ellas incluso culminaronen juicios. La Fiscalía de la zona centro presentó una acusación contra Dada Batito, de 32 años y propietario de un instituto de tratamientos cosméticos en la ciudad de Carmiel. Batito fue imputado por llevar a cabo tratamientos estéticos sin el certificado correspondiente. Está acusado de hacerse pasar por médico y por enfermero calificado falsificando documentos, y llevó a cabo en docenas de mujeres tratamientos cosméticos que está autorizado a hacer sólo un médico con el correspondiente título.
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En el 2019 se llevaron a cabo hasta ahora 9.215 operaciones de aumento de senos.
(Pixabay)
En otro caso, se arrestó a Itsik Sabag el impostor conocido con el nombre de “Doctor Botox”, después de que se recibieran 32 testimonios de mujeres que se sometieron a tratamientos estéticos con él y después padecieron diferentes problemas de salud. Dana, de Kfar-Saba, fue tratada por Sabag, contó: “Quería que me rellenaran los labios, y llegué a él por anuncios en Internet. Parecía serio, y no sospeché nada. Cuando fui a su clínica en la ciudad de Rishon Letsion, que tenía el aspecto de un consultorio de dentista y donde él encendió un cigarrillo, ‘se me encendió la luz roja’ y pensé que había algo raro en la situación. Después del tratamiento se me hincharon mucho los labios, y algunos días más tarde me di cuenta que tenía bultos en los labios. Hasta el día de hoy padezco los efectos secundarios de las inyecciones que me dio”.
Como parte de la lucha contra los impostores, esta semana tuvo lugar un congreso de la Asociación de Cirugía Plástica para el público en general, con el título de “Cirugías plásticas y estéticas: toda la verdad”.
