El ministro de Salud, Nitzan Horowtiz, sigue avanzando en una serie de reformas que ampliarían el acceso al aborto y eliminarían las barreras a las que se enfrentan las mujeres cuando buscan llevar a cabo el procedimiento.
Según la actual legislación israelí, las mujeres no tienen el derecho automático al aborto.
Para poder lograrlo la mujer debe solicitar el permiso de un comité de embarazos, exigido por la ley, compuesto por tres representantes del hospital o la clínica que realizaría la operación.
"Las preguntas son muy invasivas. Preguntas como '¿Por qué no usas anticonceptivos o métodos de control de la natalidad?"
Silvina Freund, directora ejecutiva de Open Door
"Las preguntas son muy invasivas. Preguntas como '¿Por qué no usas anticonceptivos o métodos de control de la natalidad?", aseguró la directora ejecutiva de la ONG Open Door, Silvina Freund.
Las mujeres de Israel describen el proceso como "humillante" y los intentos de reformar el sistema fueron bloqueados durante años, hasta ahora.
Horowitz propuso recientemente una serie de reformas que darían un giro a la legislación.
"La idea de los comités era conseguir que las mujeres abortaran menos... Esto fue cancelado por Horowitz", explicó Dina Shalev, directora de la ONG Lada'at Choose Well.
Aunque la mayoría de las solicitudes rara vez se rechazan -menos del uno por ciento, según Shalev-, se anima a los comités, o incluso se les da instrucciones, para que convenzan a las mujeres de que no interrumpan sus embarazos.
"También hay una propuesta para cancelar los comités. Esto es algo que Horowitz no está proponiendo él mismo, pero algunos [miembros del parlamento] sí", señaló Shalev.
"Todavía queda un largo camino hasta llegar a eso, pero ese es el objetivo final", agregó.
Hasta entonces, sin embargo, una reforma específica supondría la sustitución del comité por un enfoque más consultivo.
"Dará a las mujeres la libertad de elegir", finalizó Freund.
