Un día después de que el Ministerio de Salud ordenara comenzar a aplicar la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a pacientes inmunodeprimidos, el debate sobre la necesidad de esta inyección continúa generando controversias en Israel y el mundo. Mientras tanto, al final de una reunión con representantes de la farmacéutica Pfizer, funcionarios de las autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron hoy (martes) que los estadounidenses que hayan recibido las dos dosis de la vacuna no necesitan una inyección de refuerzo.
El anuncio de las autoridades estadounidenses se produce después de que la empresa solicitara la semana pasada la aprobación para aplicar una tercera dosis a quienes hayan sido vacunados dos veces. El pedido de Pfizer se produjo después de que el Ministerio de Salud israelí revelara que el nivel de protección contra la enfermedad se redujera al 64%. Sin embargo, la vacuna continúa siendo muy efectiva contra enfermedades graves y hospitalizaciones, alcanzando un 93% de protección. Cabe señalar que los datos del ministerio han sido duramente criticados en Israel y en todo el mundo respecto de su confiabilidad.
"Todavía no tenemos suficientes pruebas de que esta dosis realmente proteja a las personas"
Dudi Dvir, jefe del Departamento de Medicina Primaria del fondo de salud Meuhedet
La farmacéutica afirmó que "tanto Pfizer como las autoridades estadounidenses sienten la urgencia de detener el avance del coronavirus y estamos de acuerdo en que los datos científicos dictarán las próximas medidas a tomar en el proceso regulatorio al que también nos adherimos". La Organización Mundial de la Salud tampoco apoya actualmente el suministro de una tercera dosis hasta que se procesen más datos.
En Israel, las opiniones están divididas. “Creo que en principio no habrá escapatoria y será necesario dar la tercera dosis al grupo de población de alto riesgo. Es importante empezar con ellos por el hecho de que se ha registrado un aumento en el número de vacunados que contrajeron la enfermedad y también se están produciendo muertes por el virus”, expresó el profesor Zion Hagai, presidente de la Asociación Médica de Israel. El especialista manifestó que si bien las principales agencias de salud de Estados Unidos señalaron que no hay necesidad de aplicar una tercera dosis, “Israel está en otro lugar en comparación con los estadounidenses, porque fuimos uno de los primeros países del mundo en empezar a vacunar, mientras que en Estados Unidos hay un considerable número de personas que no se ha inoculado, por lo que es lógico que su forma de lidiar con la situación sea diferente a la nuestra”.
El doctor Dudi Dvir, jefe del Departamento de Medicina Primaria del fondo de salud Meuhedet, expresó: "Por el momento no hay indicios de que la vacuna sea efectiva. En cuanto a las personas inmunodeprimidas, hay evidencia pero todavía no tenemos pruebas de que esta dosis realmente proteja a las personas. No estamos hablando de una inyección adaptada a la cepa Delta, sino de la misma vacuna. La idea era que hubiera anticuerpos en las personas inmunodeprimidas, pero en muchas de ellas no había ninguno".
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Una mujer israelí recibe la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
(Hospital Sheba)
“No estoy convencido de que aplicando una tercera dosis se genere una mejor respuesta contra el virus”
Tal Brosh, director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Assuta en Ashdod
"Todavía nos falta información sobre el tema y no por nada somos los primeros en el mundo en administrar la tercera dosis. Sabemos que no tiene muchos efectos secundarios y ciertamente la población de personas inmunodeprimidas está en riesgo, especialmente ahora que hay un gran aumento de la morbilidad. Personalmente tengo muchas dudas sobre este tema, nosotros normalmente no actuamos cuando nos falta información y esa es la situación en este momento”, manifestó Dvir. Y agregó: “Sé que la aplicación de la vacuna no conlleva un gran riesgo, pero no estamos seguros de si es efectiva”.
El doctor Tal Brosh, director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Assuta en Ashdod, sostuvo: "Si bien no tengo ninguna objeción importante sobre el tema, todavía no he visto suficientes datos para respaldar la recomendación de aplicar la tercera dosis”. Y añadió: “Para justificar esta medida, se necesitan dos criterios: el primero consiste en entender que existe un problema con la eficacia de la vacuna, y el segundo en estar seguros de que una tercera dosis mejorará la protección. En cuanto al primer asunto, cada vez hay más datos que muestran que hay una disminución significativa en la efectividad de las vacunas”.
“No estoy convencido de que aplicando una tercera dosis se genere una mejor respuesta contra el virus”, indicó Brosh. “Este es un tema que aún debe ser discutido”, concluyó.
Mientras tanto, el lunes se registraron 730 casos de coronavirus, el número más alto desde el 25 de marzo. La tasa de positividad fue del 1,26%. Además, según el Ministerio de Salud, hay 46 personas internadas en estado grave, diez de ellas se encuentran conectadas a respiradores artificiales.
