Vacunas
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Todo lo que hay que saber.

Mitos y verdades de la vacunación

El movimiento antivacunas se expandió por el mundo difundiendo engaños, desinformación y recomendaciones peligrosas, y la única forma de hacerle frente es con evidencia concreta y argumentos demostrables.

Dr. Itai Gal - Adaptado por Beatriz Oberlander |
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La epidemia de sarampión que afecta al mundo ha demostrado hasta qué punto las vacunas han contribuido a la Humanidad y han evitado la muerte y la morbilidad de cientos de millones de personas. Sin embargo, y pese al vasto conocimiento que se ha acumulado en las últimas décadas, los “antivacunas” siguen difundiendo engaños, temores, desinformación y a veces también recomendaciones peligrosas que instan a evitar las vacunas y a utilizar métodos alternativos.
A la sombra de dichos intentos de causar miedo, estos días llegó una información alentadora de la Organización Mundial de la Salud: dos de cada tres variedades de la enfermedad de la polio están a punto de desaparecer. La epidemia de sarampión nos recuerda el elevado precio que pueden verse obligados a pagar quienes no se vacunan, uno que a veces aparece incluso diez años después del contagio: un daño cerebral irreversible.
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Teniendo en cuenta este trasfondo, en una nueva página de Facebook llamada The Vaccination Station (‘La estación de las vacunas’, en español) se decidió que la guerra contra los antivacunas tiene que ser razonada y con argumentos. Quienes fundaron el sitio publicaron no menos de 31 imágenes, cada una de las cuales está relacionada con un argumento falso contra las vacunas y debajo de cada una un enlace con el respaldo de libros médicos y científicos.
Hemos reunido los mitos más comunes sobre las vacunas, y después los hechos:
-1- Las vacunas contienen metales pesados
La verdad: lo más parecido a un metal pesado en una vacuna es el aluminio, que se encuentra en una cantidad muy pequeña en la vacuna, en la mayoría de los casos en forma de sales de aluminio. Estas actúan como coadyuvante, o sea, un componente que aumenta la intensidad de la reacción del organismo a la vacuna. El aluminio no se acumula en el organismo y no causa daños a corto o largo plazo. Los bebés, por ejemplo, reciben una cantidad 30 veces superior de aluminio en sus alimentos en comparación con la cantidad existente en las vacunas que recibirán a lo largo de toda su vida.
-2- Las vacunas causan autismo
La verdad: se demostró que este argumento era un engaño y una estafa, y se le quitó la licencia al médico británico que lo difundió a finales de la década del ‘90. Docenas de estudios, en los que se examinaron a cientos de miles de niños, demostraron que no existe ninguna relación entre el autismo y las vacunas. Otros estudios que se publicaron sobre el tema confirmaron que el índice de autismo es el mismo en los niños vacunados que en los no vacunados.
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Las vacunas son analizadas en profundidad antes de ser lanzadas.
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-3- Los médicos no saben mucho sobre vacunas
La verdad: cuando hacen la carrera de Medicina, los estudiantes atienden a muchos cursos dedicados ampliamente al tema de las vacunas. Entre otras cosas, estudian y rinden exámenes sobre el tema en clases de farmacología, microbiología, inmunología, biología celular, fisiología y patología. También cuando se especializan en determinados campos, se requiere a los médicos que estudien en profundidad y que den exámenes sobre vacunación.
-4- Las vacunas causan sangrado en el cerebro
La verdad: Los antivacunas alegan a menudo que las vacunas causan el “síndrome del bebé sacudido (en exceso)”, que causa sangrado en el cerebro. Pero se olvidan de señalar que ese síndrome es consecuencia sólo de la violencia severa contra los bebés: se sacude tanto al bebé que los vasos sanguíneos de la cabeza se rompen y causan sangrados en el cerebro y en los ojos. En los libros de medicina figuran más de 700 casos de este síndrome, pero no se relaciona a ninguno de ellos con las vacunas.
-5- Las vacunas no se prueban lo suficiente
La verdad: Elaborar una vacuna lleva entre 10 y 15 años. En ese tiempo se llevan a cabo ensayos en tres etapas. Aprobar una vacuna es un proceso más estricto que en el caso de un medicamento. Además, la empresa farmacéutica que lo elabora tiene que demostrar que es seguro y eficaz en cientos o miles de personas analizadas. Aun después de que la vacuna se comercializa, el seguimiento en lo que respecta a su eficacia y a su grado de seguridad es permanente.
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No hay evidencia de que causen autismo.
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A partir del año 2014 se han publicado 20.478 estudios sobre vacunas en los libros de medicina, de los cuales 166 corresponden al grupo de control, o sea, en el que sus miembros no saben si recibieron la vacuna que se está analizando o un placebo. Estos estudios se llevan a cabo al más alto nivel de investigación, y todos los resultados mostraron que las vacunas eran eficaces y seguras.
También está el argumento de que no se hacen estudios sobre una combinación de vacunas. Esto tampoco es cierto: muchos estudios examinan las interacciones, la eficacia y el grado de seguridad de los componentes que tienen varias vacunas al mismo tiempo.
-6- Actualmente hay mucho más vacunas que en el pasado
La verdad: Los antivacunas tienden a alegar que las empresas farmacéuticas presionan para introducir más y más vacunas en el mercado, y que lo hacen mucho más que en el pasado. Esto tampoco es cierto: en los últimos 30 años, sólo se agregaron 5 vacunas nuevas al programa de vacunación para niños.
-7- La vacuna contra el virus del papiloma no se ha probado lo suficiente
La verdad: La seguridad de la vacuna contra el virus del papiloma (VPH en español, aunque más conocido por la sigla en inglés HPV), que causa cáncer cervical (en el útero) y otros problemas en los genitales, se ha probado en docenas de estudios en los que participaron más de cuatro millones de mujeres. Todos los estudios mostraron que la vacuna no tiene efectos secundarios importantes.
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Es vital que los niños reciban el programa de vacunación completo.
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-8- Las vacunas contienen mercurio
La verdad: a partir del año 2001, ninguna vacuna contiene mercurio. La Organización Mundial de la Salud incluso ordenó eliminar el mercurio de instrumentos de medición como el que se usa para conocer la presión arterial y el termómetro.
-9- Hay países en los que se administran menos vacunas
La verdad: La Organización Mundial de la Salud es el organismo establece la política de vacunación a seguir en todo el mundo. En la mayoría absoluta de los países, y en especial en los países occidentales, los programas de vacunación son los mismos.
-10- Las vacunas son peligrosas durante el embarazo
La verdad: También esta afirmación es errónea. Los estudios respecto a la eficacia y a la seguridad de las vacunas incluyeron asimismo vacunas que se administran a mujeres embarazadas. Hoy en día, los ginecólogos recomiendan que las mujeres embarazadas se vacunen contra la gripe y la tos ferina. Otras vacunas que se dan en caso de necesidad a mujeres que amamantan son la antitetánica y la tos ferina, una vacuna contra el sarampión, otra contra el virus del papiloma, una vacuna contra el meningococo y otra contra el virus que causa la varicela.
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