Un alto asesor del gobierno sobre el manejo de la pandemia aseguró este martes que cree que habrá baja o ninguna muerte por COVID-19 en Israel para el próximo mes.
El profesor Eran Segal, del Instituto Weizmann de Ciencias, que desarrolló un modelo de predicción de casos de coronavirus que es utilizado por el gabinete de salud, explicó a Ynet que aunque algunos israelíes pueden seguir enfermándose, el número será mucho menor que el observado recientemente.
"Experimentamos un descenso de los contagios de un 20% en las últimas tres semanas, seguido de una reducción de las enfermedades graves, que cayeron un 30%"
Eran Segal, biólogo del Instituto Weizmann
Luego, añadió que la fiesta de Purim, que este año se celebra el 16 de marzo, podría llegar a festejarse sin restricciones por primera vez desde el comienzo de la pandemia.
"Experimentamos un descenso de los contagios de un 20% en las últimas tres semanas, seguido de una reducción de las enfermedades graves, que cayeron un 30%", informó Segal. "Espero que esa tendencia continúe junto con un menor número de nuevos casos diarios. Los gráficos muestran un rápido descenso", agregó.
"No esperamos ver cero infecciones, pero sabemos que muchas más personas están protegidas y que los síntomas graves son pocos. Lo vimos en otros países y, a menos que haya sorpresas, sólo tendremos unos pocos casos positivos diariamente", aseveró.
"Hubo muchas muertes, seguimos viendo cómo mueren más de miles de personas a diario en todo el mundo. Es un precio muy alto para mantener la economía abierta", declaró.
"Israel no es diferente de otros países del mundo. Estamos en el puesto 47 de 130 países con una población de más de tres millones. La cuestión es si una política gubernamental diferente habría dado resultados distintos", agregó.
"No creo que hayamos actuado mal. La variante Ómicron, con un número R de 2, significa que, para evitar las infecciones, habríamos tenido que limitar el 50% de todas las interacciones humanas", manifestó.
Además, aseguró que durante el segundo bloqueo de Israel, el gobierno limitó sólo entre el 30% y el 40% de las interacciones y aun así no consiguió detener el brote, por lo que un bloqueo durante la ola de Ómicron no habría tenido éxito. "El público tampoco habría cooperado esta vez", cerró.