Los hospitales israelíes alertaron el lunes acerca de la sobrecarga que afrontan de pacientes con COVID, un día después de que el país informara un salto dramático en el número de pacientes graves.
El centro médico Assuta de Ashdod cerró el domingo la entrada de ambulancias a su sala de emergencias debido a la sobrecarga y la falta de personal médico. El Ministerio de Salud dijo que unos 8.000 miembros del personal médico en todo el país se encuentran actualmente aislados.
"Tuvimos que cerrar la sala de emergencias para las ambulancias entrantes durante dos horas a la mañana", contó el director general del hospital, Dr. Erez Barenboim.
“Cuando la cantidad de personas en la sala de emergencias aumenta, se crea una situación en la que los pacientes que necesitan hospitalización no tienen un lugar para ser recibidos. Simplemente no tenemos espacio", advirtió Barenboim.
El director agregó que el exceso de internaciones se debe en conjunto a los altos niveles de contagio alcanzados por la variante Ómicron de coronavirus como a los casos de gripe estacional durante el invierno israelí.
"Aunque no tenemos ni un solo paciente que necesite estar conectado a un respirador, está claro que aquellos que no están vacunados son mucho más vulnerables”, agregó.
Otros hospitales también reportan una situación similar. "Ya tenemos cuatro salas de COVID con unos 80 pacientes hospitalizados, la mayoría de los casos graves son personas mayores, con enfermedades de fondo”, señaló el director general del hospital Shamir, Dr. Osnat Levtzion-Korach.
Otros hospitales también informaron de forma reciente que tuvieron que abrir salas COVID adicionales debido al exceso de capacidad, incluido el centro médico Hadassah, Galilee, Shaare Zedek y Barzilai.
Sin embargo, los jefes de los hospitales informaron que el período de hospitalización es mucho más corto en comparación con las olas anteriores, así como la cantidad de pacientes conectados a ventilación mecánica.