La doctora Shiri Sadeh-Sharvit.
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Orit Ben Arie
La IA ni el celular podrán reemplazar la terapia psicoanalítica. Por ahora...

¿Puede la inteligencia artificial reemplazar a los psicólogos?

La aplicación de modelos de aprendizaje automático e IA en terapias conductuales es un campo innovador que evoluciona rápidamente.

Shiri Sadeh-Sharvit |
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A principios de 2020 parecía que las máquinas reemplazarían a los psicólogos.
La tienda de aplicaciones se inundó de chatbots y programas digitales automatizados, basados en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA), y diseñados para proporcionar una solución terapéutica a problemas humanos comunes como el estrés, la depresión y la ansiedad. Estas aplicaciones se han comercializado como algo que reemplazaría la necesidad de asistir a un tratamiento y abrirse a un terapeuta.
Pero si algo aprendimos de la pandemia de COVID-19 es que las relaciones interpersonales son una necesidad humana fundamental. Los terapeutas han reportado un aumento de tres veces en la demanda de tratamiento psicológico desde el inicio de la pandemia. Los psicólogos, más que nunca, están inundados por las referencias y el aumento de la angustia en sus clientes. Además, en la salud mental, a diferencia de otras áreas de la salud, hay una recopilación muy mínima, si es que hay alguna, de datos objetivos y actualizados sobre la condición del paciente y poco o ningún monitoreo continuo del progreso del tratamiento. La pregunta de si el tratamiento ayuda al cliente a alcanzar sus metas tampoco tiene respuesta de manera sistemática.
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(Carlos Macías en Unsplash)
Estos recientes desafíos globales son un momento oportuno para introducir herramientas de inteligencia artificial, que apoyarán a los terapeutas y les permitirán ayudar a los clientes de una manera mucho más precisa y no disruptiva. La IA aprovecha la lógica y la experiencia humanas, mejora a medida que aprende de grandes conjuntos de datos y es valiosa sólo en la medida en que mejora la experiencia del usuario (por ejemplo, el terapeuta). Los tratamientos psicológicos pueden aprovechar el potencial de la IA y utilizarlo para mejorar la calidad de los programas de salud mental.
Ponte en el lugar del psicólogo por un momento: si tuvieras una plataforma que proporcionara actualizaciones antes de la próxima sesión sobre cómo se había sentido el paciente a lo largo de la semana, ¿no facilitaría eso que le proporcionaras las herramientas y habilidades más relevantes para sus dificultades? Si el software también le recordara lo que había hablado en su reunión de la semana pasada, ¿no sería más preciso y centrado en la sesión actual? Y si el software también redactara para usted el resumen de la sesión, ¿no le ayudaría a descansar y recargar energías antes de la próxima sesión y conocer a su próximo cliente más mentalmente disponible para ellos? La aplicación de modelos de aprendizaje automático e IA en terapias conductuales es un campo innovador que está evolucionando rápidamente, con el potencial de mejorar significativamente la evaluación inicial, el monitoreo continuo del progreso y los resultados clínicos. El aprendizaje automático y la IA pueden hacer que los tratamientos psiquiátricos estén más basados en datos, con apoyo empírico e incluso más gratificantes y divertidos.
Pero, ¿dónde está la línea trazada entre las tareas de ia y los modelos de aprendizaje automático que pueden realizar, y las funciones que debe llevar a cabo un profesional de la salud mental? La IA, por muy buena que sea, no puede reemplazar completamente la relación interpersonal y el vínculo terapéutico creado en el tratamiento psicológico. La IA parece ser más efectiva cuando sirve como "asistente personal" del terapeuta: trabaja en segundo plano, recopila y organiza múltiples fuentes de datos y las resume claramente, para que el terapeuta pueda centrarse en el trabajo terapéutico y su relación con el cliente.
Pero, ¿dónde está la línea trazada entre las tareas de ia y los modelos de aprendizaje automático que pueden realizar, y las funciones que debe llevar a cabo un profesional de la salud mental?
A diferencia de los terapeutas, que son humanos, los algoritmos nunca se cansan, pueden integrar nuevos conocimientos en sus modelos con menos sesgos y prejuicios, y procesar grandes conjuntos de datos en cuestión de minutos. Durante la pandemia de COVID-19, la creciente demanda de tratamiento conductual y la necesidad de brindar tratamiento a distancia para mantener el distanciamiento social, así como las condiciones de trabajo en los programas públicos de salud mental, han llevado a muchos psicólogos a trabajar en consultorios privados o brindar teleterapia. Este contexto probablemente hace que la IA sea el recurso de apoyo central y el compañero que ayuda al terapeuta y al tratamiento.
Por lo tanto, los psicólogos y los profesionales de la salud mental pueden beneficiarse de aumentar su apertura para interactuar con la IA, con el fin de mejorar la calidad de la atención que brindan, así como su propia calidad de vida. Al mismo tiempo, los equipos que desarrollan algoritmos de IA también tienen la responsabilidad de simplificar los modelos y comunicarlos mejor a los consumidores, en este caso, los terapeutas. La inteligencia artificial a menudo se ve como una "caja negra" cuya naturaleza de acción, la información en la que se basa y sus reglas no son lo suficientemente claras para el público. Las empresas y los investigadores tienen la responsabilidad de explicar mejor cómo funcionan estos algoritmos y, por lo tanto, hacer de la IA una "caja de vidrio" que sea transparente y accesible. En el campo del tratamiento de la salud mental, este cambio puede aumentar la motivación de los terapeutas para interactuar con la IA.
En conclusión, la inteligencia artificial ayudará a los terapeutas de salud mental a ofrecer a sus clientes una terapia que esté más en sintonía con sus necesidades. El desarrollo de algoritmos para lograr este objetivo debe hacerse en equipos multidisciplinarios y colaboraciones de desarrolladores, psicólogos, gerentes de producto y diseñadores.

(*) Shiri Sadeh-Sharvit, PhD es psicóloga clínica y directora clínica de Eleos Health
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