Un año después del primer vuelo de prueba en el aeropuerto Ben Gurion, durante el mediodía israelí el avión presidencial "Ala de Zion (Knaf Tzion)” despegó para su último vuelo de prueba, que durará poco más de cuatro horas.
Una fuente de la Industria Aeroespacial Israelí (IAI), responsable de las mejoras de la aeronave, contó a Ynet que si la prueba se desarrolla con éxito, el avión será entregado a la Fuerza Aérea la próxima semana, completando las tareas de refacción del avión de 18 años de antigüedad.
Se trata de un Boeing 767 que llegó a Israel en julio de 2016 después de años de servicio como avión de pasajeros en la aerolínea de bandera australiana "Qantas". Desde ese momento la aeronave ha estado en proceso de refacción a cargo de la IAI para fortalecer su estructura y mejorar los sistemas de comunicación y encriptación, que le permitan ser el avión oficial de traslado para altos funcionarios del país, entre ellos el primer ministro e incluso el presidente de Israel.
Similar al Air Force 1 estadounidense, el avión fue equipado con sistemas avanzados de comando y control que permitirán la comunicación encriptada con tierra junto con sistemas de defensa antimisiles como el "Sky Shield" de producción israelí, así como herramientas de protección contra ataques cibernéticos.
El avión, que contará con alrededor de 100 asientos, ha sido equipado con un baño, una sala de conferencias y un cuartel general que permitirá la comunicación con los líderes de otros países de manera encriptada, así como llevar a cabo tareas de combate aéreo en caso de ser necesario. Además de los asientos para los miembros selectos de las delegaciones, el avión cuenta en la parte trasera con espacio para trasladar a periodistas, asesores y demás participantes de los viajes oficiales en las visitas al extranjero.
