Israel experimentó el día de ayer (lunes) su registro de infección diario más alto desde el inicio de la pandemia, con 9.589 nuevos casos de coronavirus a pesar del estricto cierre que entró en vigor el último viernes y tras dos semanas de un cierre parcial. Se realizaron durante la jornada 127.000 test diagnósticos, lo que indica una tasa de positividad del 7,6%.
Israel atravesó también ayer el umbral del medio millón de contagios desde el inicio del brote en el país, convirtiéndose en el 29º país del mundo en hacerlo.
Actualmente hay 1.759 personas hospitalizadas por COVID-19 en Israel, de los cuales 1.027 se encuentran en estado grave, incluidos 247 pacientes conectados a asistencia respiratoria mecánica. 3.704 fallecieron por complicaciones relacionadas a la enfermedad desde el inicio de la pandemia.
Con el continuo aumento de contagios y muertes, los hospitales de Israel informaron acerca de salas de atención superpobladas, personal con exceso de trabajo y falta de mano de obra debido al cierre y las infecciones.
En este momento hay 74.639 casos activos de COVID-19 en Israel, de los cuales 14.650 se encuentran en Jerusalem, 3.880 en Bnei Brak, 3.002 en Modi'in Illit, 2.265 en Beit Shemesh, 2.109 en Tel Aviv, 1.983 en Petah Tikva y 1.956 en Haifa. Según datos del Ministerio de Salud, las áreas con mayoritaria población ultraortodoxa son las que registraron tasas más altas de infección en los últimos siete días.
La campaña de vacunación también cobró un nuevo impulso después de unos días de calma tras la entrega de nuevas dosis de Moderna y Pfizer, con 21.611 personas vacunadas en el día. El Ministerio de Salud informó que 1.854.055 personas ya recibieron la primera dosis de la vacuna, el 20,9% de la población.