Inicialmente, en varias partes del mundo sólo se hicieron amenazas de romper los lazos comerciales y económicos con Israel, a la luz de la guerra en curso. Entonces comenzó un goteo de acción, pero a pequeña escala y casi inofensivo para la economía israelí. Sin embargo, en las últimas semanas, y especialmente en estos días, las amenazas se han vuelto reales, y la economía y los ciudadanos israelíes están comenzando a sufrir daños por la situación.
Como siempre, en el primer período, incluso después de las guerras de los Seis Días y Yom Kippur, hubo una gran simpatía en el mundo por Israel, que fue atacado por ejércitos y países que buscaban dañarlo severamente y eliminarlo. Pero el tiempo funciona –como lo hace hoy– en detrimento nuestro, y la historia se repite, y aun peor. Recientemente, bastantes países y empresas de todo el mundo han anunciado la ruptura de los lazos comerciales con Israel, la cancelación de las inversiones previstas y el daño a las importaciones y exportaciones entre el Estado de Israel y varios países.
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La reforma judicial podría hacer caer la economía israelí, según funcionarios del gobierno.
(Shutterstock)
Incluso antes de la guerra, había empresas y fundaciones a las que no les gustaba lo que estaba sucediendo en Israel, en parte debido a los intentos de promulgar una reforma judicial y a la ocupación en curso de Cisjordania. Así, el fondo noruego amenazó con reexaminar sus inversiones en Israel, y comenzó a desviar las inversiones de las empresas que suministraban armas a Israel en una especie de "castigo" por lo que estaba sucediendo en los territorios. Los fabricantes de helados querían prohibir la venta de sus productos en Cisjordania, y las empresas de moda se retractaron de su intención de invertir en Israel.
Pero todo esto no era más que amenazas declarativas con muy poco daño económico a la economía israelí, ciertamente en comparación con lo que ha estado sucediendo en las últimas semanas, cuando muchas de las amenazas se convierten en acciones.
Países y empresas que han tomado medidas significativas contra Israel
El primero en causar un daño real a la economía israelí fue Turquía, después de que el presidente Erdogan anunciara, en varias fases, el cese de todo comercio con Israel. La respuesta israelí no se hizo esperar, pero fue extraña: imponer un arancel del 100% a todas las importaciones procedentes de Turquía, pero sin efecto porque las exportaciones a Israel fueron prohibidas de todos modos.
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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue el primero en anunciar sanciones contra Israel.
(AP)
Sin embargo, una rápida comprobación revela que las importaciones procedentes de Turquía sólo se vieron afectadas parcialmente: electrodomésticos, coches, piezas de repuesto e incluso una turbina para la compañía eléctrica, fabricada en Turquía, comenzaron a llegar desde Turquía a Israel a través de terceros países, normalmente Grecia o Chipre. Y cuando el producto llega de Grecia, tampoco está sujeto a un arancel del 100%, según la decisión del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que en cualquier caso aún no ha sido aprobada oficialmente y ni siquiera ha sido promulgada.
Durante el fin de semana, Colombia –el principal proveedor de carbón de Israel– cumplió sus amenazas al anunciar que dejaría de exportar carbón a Israel. En este caso, el gobierno ya ha recurrido a países alternativos, todos los cuales han respondido afirmativamente, incluyendo, sorprendentemente, a Sudáfrica –que presentó la demanda por presunto "genocidio" contra Israel en la CPI de La Haya– y a Rusia –cuyo presidente no ha sido contado recientemente como uno de los amantes y partidarios de Israel. Kazajistán y Australia probablemente también suministrarán carbón a Israel en lugar de Colombia, aunque a un precio ligeramente superior, lo que puede reflejarse en la necesidad de subir el precio de la electricidad en Israel en medio de la guerra.
La compañía de moda Fox, propiedad de Harel Wiesel, también fue dañada por la guerra. Sorprendentemente, la cadena internacional Pret A Manger, que planeaba ingresar pronto a Israel con unas 40 sucursales, anunció que cancelaba la licencia de la franquicia de Fox debido a la guerra en curso en Gaza y, aparentemente, debido a la presión ejercida sobre ella por elementos propalestinos.
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El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
(Yariv Katz)
Además, la cadena de alimentos McDonald's adquirió la participación del franquiciado muy veterano de la cadena en Israel, Omri Padan, y se cree que la razón de esto fue que Fedem vendió productos de McDonald's a los soldados de las FDI con un descuento, lo que no agradó a los jefes de la compañía global.
El peor golpe de todos hasta ahora ha caído sobre la industria armamentística israelí, cuando los directores de la exposición internacional de armas Eurosatori, que se inaugurará la próxima semana en Francia, prohibieron a Israel participar en la importante exposición debido a la actividad bélica masiva de Israel en la Franja de Gaza. El golpe en este mercado es severo, ya que esta exposición cierra regularmente acuerdos por valor de cientos de millones de dólares, y a veces incluso más, para la industria armamentística avanzada y altamente desarrollada en Israel.
Además, varias empresas de inversión han anunciado que no participarán por el momento en las licitaciones para la construcción de líneas ferroviarias en Israel, y las empresas de muchos otros campos ya han anunciado que "examinarán" sus inversiones continuas por un total de miles de millones de dólares en Israel.
La compañía petrolera de Abu Dhabi también ha cancelado su plan de comprar el 50% de New Med, en cooperación con British Petroleum. Las empresas de Marruecos y Bahréin también están examinando las colaboraciones que planeaban con empresas de Israel.
Las universidades estadounidenses también están bajo presión
Mientras tanto, junto a las grandes manifestaciones que comenzaron en los campus de las grandes universidades, principalmente en Estados Unidos, contra la llamada "masacre perpetrada por Israel en Gaza", vino la exigencia de los comités estudiantiles de que las administraciones de las instituciones académicas cancelaran las inversiones y colaboraciones con instituciones académicas en Israel. Algunas administraciones universitarias anunciaron, a cambio del cese de las manifestaciones, que discutirían la demanda en breve.
Sin embargo, en una conversación con Ynet, Oded Rose, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Israel-Estados Unidos, dijo: "Estimamos que las universidades estadounidenses no cambiarán su política de inversión en Israel y no gastarán dinero en esta etapa, porque, entre otras cosas, cuentan con el apoyo de partidarios judíos y no judíos que se oponen a la violencia de los manifestantes antiisraelíes en los campus por igual". De hecho, hasta ahora sólo ha habido amenazas de detener el apoyo, a excepción de algunos anuncios sobre el cese de la cooperación por parte de las universidades europeas, principalmente en Escandinavia. El daño ha sido mínimo hasta ahora.
Además, debemos recordar que recientemente el presidente de la Autoridad de Valores de Israel, Sefi Singer, informó que los inversores extranjeros sacaron de la bolsa de valores israelí una suma considerable de 34.000 millones de shekels, de los cuales 14.000 millones de shekels procedían de bonos del gobierno. Aquí no se trataba todavía de un "castigo" o de una respuesta antisemita, sino de un frío cálculo económico. En un país donde la guerra ha estado haciendo estragos durante meses, es peligroso invertir.
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A pesar de los daños a la economía, el gabinete de gobierno no ha encarado una discusión seria sobre el tema.
(AP)
¿Qué es lo que no se ha hecho hasta ahora en Israel?
Resulta que en las reuniones del gobierno y en los ministerios de finanzas y economía, e incluso en los comités de finanzas y economía de la Knesset, no pensaron que éste era un tema que debiera discutirse seriamente.
De hecho, hasta ahora no ha habido una discusión seria y significativa sobre las implicaciones de estos boicots y la ruptura de los lazos económicos a nivel gubernamental y en la Knesset israelí. Tales discusiones deberían tener lugar en los próximos días, antes de que las empresas y los ciudadanos israelíes sientan el nuevo daño económico que sufren en el contexto de la guerra en curso.
