Además de la operación Guardián de los Muros y el conflicto con los grupos terroristas de la Franja de Gaza, en el frente interno israelí también hay fuertes focos de violencia entre ciudadanos árabes y judíos, que arrojaron un saldo de 374 personas detenidas en todo el país.
El martes a la noche en Lod se registraron serios incidentes que provocaron la decisión de un toque de queda nocturno a partir de las 20. Sin embargo, la ciudad ubicada a 20 kilómetros de Tel Aviv en la que conviven árabes y judíos fue nuevamente testigo de enfrentamientos en las calles.
Una manifestación de un grupo de personas identificadas con banderas de Israel cortó un cruce de carreteras y un automóvil fue incendiado durante la protesta. Además, el hospital Assaf Harofeh informó que atendió a 14 heridos por incidentes en distintos sectores de la ciudad. “No podemos digerir lo que está pasando, Lor era conocida por su excelente convivencia”, se lamentó el alcalde Yair Revivo.
Un hombre judío de 30 años resultó gravemente herido en Akko, luego de que un grupo de manifestantes árabes lo golpeó salvajemente con palos y piedras. “Lo vimos inconsciente y con una herida sangrante en la cabeza, le realizamos un tratamiento que incluyó reanimación, y fue trasladado a un hospital en condición estable”, contó un médico del servicio de emergencias Magen David Adom.
Bat Yam fue otro de los focos de serios incidentes en la noche del miércoles. En este caso lo protagonizaron jovenes de la organización “La Familia”, agrupación de extrema derecha compuesta por fanáticos del equipo de fútbol Beitar Jerusalem, quienes destruyeron comercios de propietarios árabes y sostuvieron enfrentamientos con la policía.
Informes policiales indican que las fuerzas de seguridad se hicieron presentes allí porque este grupo de personas pretendía llegar hasta Jaffa, localidad que cuenta con una gran cantidad de ciudadanos árabes al sur de Tel Aviv, para enfrentarse con los lugareños. La policía frenó al grupo con la ayuda de granadas paralizantes.
Benny Gantz, ministro de Defensa, afirmó que "las disputas en las calles son tan peligrosas como los misiles de Hamás"
"Lo que está sucediendo en las ciudades israelíes es insoportable. Hemos visto a manifestantes árabes atacando a civilies y prendiendo fuego sinagogas. Y linchamientos a judíos. A los ciudadanos de Israel les digo: no me importa si les hierve la sangre, no se puede hacer justicia por mano propia y tratar de linchar a un ciudadano árabe", declaró el primer ministro Netanyahu.
Por su parte Benny Gantz, ministro de Defensa, afirmó que "las disputas en las calles son tan peligrosas como los misiles de Hamás" y agregó: "No podemos ganar la batalla en Gaza y perder la batalla en casa. La violencia en Bat Yam, Akko, Lod y otras ciudades nos revuelve el estómago y nos rompe el corazón a todos".
En Wadi Ninsas, un barrio árabe de Haifa, la policía dispersó a una multitud que se había concentrado para enfrentar a grupos judíos de extrema derecha que se habían amenazado con destruir los comercios de esa zona. En otro punto de la ciudad un conductor de un vehículo fue atacado por una multitud, y mientras intentaba escapar atropelló a un peatón.
En Tiberíades, en el norte israelí, una manifestación de residentes judíos terminó con cuatro detenidos y un hombre árabe herido por una piedra. Y en la ruta 4, a las afueras de Hadera, manifestantes judíos arrojaron piedras a automóviles y entonaron cantos racistas contra la población árabe. La policía israelí dispersó la protesta y seis personas fueron detenidas.
