Un oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que resultó condenado por los delitos de violación a una mujer palestina, soborno y fraude, había comparecido en el pasado ante una corte marcial por acosar sexualmente a mujeres soldado subordinadas a él, y se le había permitido mantener su puesto. Esto es lo que pudo saber Ynet este jueves.
Un documento de la Dirección de Recursos Humanos de las FDI al que tuvo acceso Ynet revela que el oficial caído en desgracia casi fue despedido del servicio militar tras dos incidentes en los que acosó sexualmente a mujeres soldados.
Fue declarado culpable de ambos cargos, pero logró convencer al juez de que lo mantuviera en el Ejército a través de cartas de recomendación y otros elogios que recibió durante su servicio.
Otras acusaciones contra el oficial surgieron durante la audiencia, incluido un incidente de 2005 en el que abofeteó a una mujer soldado en la cara, otro en el que supuestamente ofreció a una mujer soldado "compartir una cama con él" y, en un caso, vio películas pornográficas junto a soldados subordinados a él.
Según los informes, el agente también estuvo implicado en otros tres incidentes "de carácter sexual, incluido el acoso verbal e incluso físico", pero no fue procesado por ellos. El oficial afirmó en su defensa que los incidentes no habían sido investigados y que los detalles eran inexactos y desproporcionados.
El oficial cometió los delitos durante su servicio en la Administración Civil, un organismo gubernamental que supervisa la política civil de Israel en Cisjordania, entre los años 2013 y 2015 y fue condenado en 2016 según lo publicado por Ynet el miércoles.
Fue acusado de violar a una mujer palestina que solicitó un permiso de trabajo en Israel. Según la acusación formal, se puso en contacto con la mujer en múltiples ocasiones y le hizo repetidas sugerencias de encuentros sexuales. Amenazó con quitarle los permisos si divulgaba sus acciones a alguien.
También fue declarado culpable de haber tenido relaciones sexuales con otra mujer palestina en tres ocasiones diferentes a cambio de permisos de trabajo, así como de acoso sexual a un hombre palestino, con quien buscaba encuentros íntimos.
El oficial negó las acusaciones, pero el tribunal dictaminó que sus versiones de los hechos no eran confiables. El oficial, cuyo nombre y fotografía permanecen bajo secreto de sumario, fue declarado culpable en 2016 y sentenciado a 11 años de prisión, más libertad condicional.
También fue dado de baja del ejército, pero luego readmitido tras apelar su sentencia y degradado al rango de soldado raso. Esta es una de las penas más severas impuestas a un oficial de las FDI en la historia del ejército israelí.
Las FDI en respuesta dijeron que el asunto es "uno de los casos más graves llevados ante los tribunales militares, y la sentencia impuesta [al oficial] corresponde a las acciones del acusado".
