Litzman Coronavirus
Yaakov Litzman, ex ministro de Salud y referente de Yahadut HaTorá.
Ynet
Las 16 bancas de Yahadut HaTorá son imprescindibles para mantener una coalición de gobierno con más de 60 parlamentarios.

Los partidos ultraortodoxos desafían la estabilidad de la coalición de gobierno

Yahadut HaTorá y Shas expresaron su enojo por la aprobación de una ley que prohíbe los tratamientos de conversión para homosexuales. La amenaza de nuevas elecciones en Israel, la reacción de Netanyahu y el pedido de Rivlin.

Ynet - Adaptado por Tom Wichter |
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La aprobación de una ley que prohíbe la terapia de conversión para homosexuales generó una fuerte disputa en la coalición, integrada por dos partidos ultraortodoxos que expresaron su enojo y erosionaron la estabilidad del gobierno.
Entre Yahadut HaTorá (7) y Shas (9), los dos movimientos políticos ortodoxos más importantes de Israel, el sector reúne 16 bancas en la Knesset. Una retirada del gobierno provocaría que la coalición se redujera a menos de 60 escaños, lo que derivaría en la disolución del parlamento y una nueva convocatoria a elecciones, la cuarta en un año y medio.
En respuesta a las tensiones que generó la votación del miércoles, el parlamentario ortodoxo Moshe Gafni solicitó al presidente de la Knesset que se sometiera a votación la próxima semana una ley para que los hospitales israelíes no puedan introducir durante Pésaj comestibles prohibidos por la ley religiosa durante la festividad. “Espero que esta importante ley cuente con el apoyo de todos los miembros de la coalición”, desafío Gafni de esta manera a los sectores conservadores y seculares del gobierno.
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Ortodoxos
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Las 16 bancas de Yahadut HaTorá son imprescindibles para mantener una coalición de gobierno con más de 60 parlamentarios.
(Knesset TV)
El enojo del sector ultraortodoxo es tanto con los miembros de Kajol Labán, quienes votaron a favor de la ley que desató el conflicto, como con los parlamentarios del Likud que le dieron el visto bueno a la propuesta al no presentarse a votar en el recinto. “Los del Likud que no están aquí derrocaron al gobierno”, exclamaron desde las bancas de Yahadut HaTorá y Shas cuando se conoció el resultado de la votación: 42 votos a favor de prohibir los tratamientos de conversión y 36 en contra.
“¿Dónde estaba el primer ministro Netanyahu? ¿Por qué Ohana votó a favor?”, cuestionó Gafni en referencia a un miembro del Likud, abiertamente declarado homosexual, que sí emitió su voto a favor del proyecto. Uriel Boso, parlamentario del movimiento sefaradí Shas, dijo que “estamos enojados y especialmente con el Likud” y advirtió que el sector ultraortodoxo “no seguirá siendo el muro defensivo” del gobierno.
Moshe Abutbul, también de Shas, declaró este jueves en una entrevista a Ynet que "la coalición se está desintegrando por quienes promulgan leyes que no tienen consenso" y que esa actitud va contra "las reglas de la política". Sobre la ley que prohíbe las terapias para conversión de homosexuales, argumentó que "se debe dar una oportunidad a quien busca cambiar una inclinación en particular, por su puesto que no de manera forzada, de una manera agradable, a través de conversaciones".
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Gantz Gafni Netanyahu
Gantz Gafni Netanyahu
Benny Gantz, Moshe Gafni y Benjamín Netanyahu, todos integrantes de una misma coalición cuya convivencia con sectores ortodoxos atraviesa horas difíciles.
(Ynet)
“El Likud debe decidir si sabe cómo se dirige una coalición o se pierde políticamente”, expresó a su vez Yaakov Litzman, ex ministro de Salud israelí y referente del movimiento ashkenazi Yahadut HaTorá. Horas después, un comunicado oficial de ese partido se refirió a lo ocurrido como “una violación flagrante al acuerdo de coalición”. Tras estas quejas el primer ministro Benjamín Netanyahu se comunicó con Litzman, responsabilizó a Kajol Labán por estos desacuerdos y le prometió hacer todo lo posible "para que no vuelva a ocurrir".
A raíz de estos cortocircuitos políticos el presidente Reuven Rivlin hizo un llamado este jueves para que el gobierno solucione sus internas y descarte la posibilidad de una nueva convocatoria a las urnas. "Tengan cuidado y olvídense de esa terrible posibilidad, especialmente en días como estos. El Estado de Israel no es un muñeco de trapo que se puede arrastrar detrás de ustedes", aseveró.
"Los ciudadanos seguimos con gran preocupación lo que ocurre en la Knesset de Israel y los repetidos incidentes de una alianza frágil entre las facciones de la coalición", agregó Rivlin sobre otras disputas que en las últimas semanas tensionan la estabilidad del gobierno. La discrepancia más importante entre el Likud y Kajol Labán, los dos partidos principales, está vinculada a la aprobación del presupuesto estatal y al respecto se expresó Miki Zohar, partidario del Likud y presidente de la coalición: "Es hora de tomar una decisión: un gobierno estable y una coalición que funcione, o ir a las urnas".
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