La cuarta ola de coronavirus en Israel, iniciada por el ingreso de la variante Delta y que en las últimas horas registró más de 2.500 casos positivos, provocó este martes el endurecimiento de algunas pautas de salud y una primera advertencia de un cierre general en todo el país.
El Gabinete Coronavirus resolvió una serie de medidas que se aplicarán a partir del próximo domingo, que buscan extender la aplicación de las pautas vigentes. Entre ellas, por ejemplo, se resolvió que el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados se extenderá a los eventos con más de 100 personas en espacios abiertos.
Los ministerios que integran el gabinete determinaron que comenzarán a trabajar con una asistencia presencial de hasta el 50% de sus empleados. En las próximas horas se buscará extender esta decisión a todos los organismos públicos. A su vez, se recomendó al sector privado que vuelva a operar de manera remota en todos los rubros que sea posible.
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El gobierno de Israel vislumbra un cierre general por la propagación de la variante Delta.
(AFP)
Luego de la reunión, la Oficina del Primer Ministro informó que se había resuelto aplicar “restricciones adicionales junto con un mensaje claro para la sociedad: la variante Delta es mucho más contagiosa y se está extendiendo por todo el mundo”. El comunicado pide específicamente evitar reuniones sociales y acudir a vacunarse. “De lo contrario, no quedará más remedio que imponer medidas más estrictas, incluido un cierre general”, afirma el texto.
El Gabinete Coronavirus instó a la ciudadanía a que comprenda la situación epidemiológica que vive el país y que en ese contexto “deje de dar la mano, abrazar, besar y evitar reuniones innecesarias en espacios cerrados”. A los israelíes mayores de 60 años se les envió una recomendación adicional: evitar reuniones y encuentros en espacios cerrados con personas que no se hayan vacunado contra el COVID-19.
La Oficina del Primer Ministro informó que se había resuelto aplicar “restricciones adicionales junto con un mensaje claro para la sociedad: la variante Delta es mucho más contagiosa y se está extendiendo por todo el mundo”.
“Lo más probable es que no podamos escapar del cierre, a menos que la tercera dosis de la vacuna reduzca drásticamente la cantidad de pacientes”, estimó durante la reunión el primer ministro Naftalí Bennett, pesimista por la posibilidad de que los israelíes sufran una etapa de medidas más severas, pero esperanzado en que la campaña de vacunación lanzada la semana pasada logre un rápido efecto.
Expertos que asesoran al Gabinete Coronavirus aseguran que para evitar problemas en el sistema de salud va a ser necesario un período de cierres en septiembre. Según ellos, debido a la cantidad de feriados en esa época del año el costo económico de un cierre sería relativamente bajo, y tendría un efecto positivo en los índices de morbilidad 10 días después de su implementación.
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Israel se prepara para una nueva etapa de cierres debido a la propagación del coronavirus.
(AP)
