El tiempo lluvioso dificulta las cosas no sólo para los soldados de las FDI que operan en la Franja de Gaza, sino también para las multitudes de refugiados cuyos campamentos de tiendas se inundaron el último día.
Fotos de niños y ancianas en el barro que cubría los campamentos en Rafah y otras zonas del sur de la Franja, y de refugiados que se cubren con apenas un poco de plástico debido al frío se difundieron este miércoles en los medios de comunicación de todo el mundo, y pone de relieve el sufrimiento de civiles.
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Niños palestinos se cubren con plástico de las intensas lluvias al sur de Gaza.
(Reuters)
"Las fuertes lluvias aumentan el sufrimiento palestino mientras continúan los bombardeos israelíes", se lee en el titular del informe de la BBC. La cadena británica habló con una refugiada llamada Hana Manzi, que huyó con sus familiares desde su casa en el norte de la Franja de Gaza hacia Deir al-Balah.
"La lluvia inundó nuestra carpa y quedamos empapados de agua", dijo. Según ella, cuando se les distribuyó ayuda y equipo humanitario, su familia de doce miembros recibió sólo una manta.
"Nuestros hijos estuvieron temblando toda la noche. Cuando nuestra casa fue destruida, toda la ropa de abrigo quedó bajo los escombros", contó.
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Niños palestinos se cubren con plástico de las intensas lluvias al sur de Gaza.
(Reuters)
Las fotos distribuidas mostraban, entre otras cosas, a refugiados usando una azada para quitar el barro que había penetrado en las tiendas de campaña, y a niños caminando con el agua hasta los tobillos, en la zona del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en el centro de la Franja de Gaza.
Las fotografías de Rafah mostraban a refugiados intentando aislar las tiendas con plástico, pero este método no parecía ser eficaz, y algunos testificaron que el plástico se había roto y que el agua había penetrado de todos modos.
"El agua inundó la tienda. Me desperté con mi bebé de 7 meses, que estaba completamente mojado", sostuvo a la agencia de noticias Reuters Yasmin Mani, una de las refugiadas en Rafah. "Nuestra casa fue destruida, mi hijo murió. No tengo mantas ni colchones. Le quité algunas a mi hermana para poder cubrir al niño. Los cinco tenemos una manta, cinco personas con una sola manta", añadió.
Según ella, también tiene dificultades para conseguir agua y comida.
"Las condiciones de vida son difíciles. Todo es caro y no tenemos nada para comer ni beber. Éste ya es el quinto lugar al que me mudo, corriendo de un lugar a otro, con sólo una camiseta", confesó.
Las imágenes de Gaza llegan en un momento en que la presión internacional para un alto al fuego aumenta, y la sombra de la declaración aprobada por amplia mayoría en la Asamblea General de la ONU por una tregua.
El miércoles por la madrugada, 152 países votaron a favor de la declaración que pedía un alto al fuego humanitario en la Franja de Gaza. A finales de octubre, un documento similar había tenido la aprobación de 120 países, por lo que se toma como una mayor presión internacional contra Israel.
Entre los líderes del llamado a un alto al fuego se encuentran funcionarios de la ONU, que también advierten sobre la propagación de enfermedades entre los refugiados y se centran muy poco, o nada, en el hecho de que decenas de secuestrados más están retenidos en condiciones horribles en Gaza.
"Se está desarrollando una tremenda catástrofe humana en la Franja de Gaza y hasta ahora el Consejo de Seguridad no logró detener la violencia", afirmó este miércoles Filippo Grandi, jefe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en un discurso que pronunció en la Foro Mundial sobre Refugiados, reunión que se celebra una vez cada 4 años en Ginebra.
Grandi advirtió que a medida que la guerra continúa, más y más habitantes de Gaza podrían convertirse en refugiados, después de que la ONU ya haya estimado que 1,9 millones de residentes de la Franja -el 85% de su población- fuera desplazados de sus hogares.
"Prevemos más sufrimiento y muerte de civiles, así como otro desplazamiento que amenaza la región", comentó. Al mismo tiempo, en la reunión en Ginebra, Grandi llamó a la comunidad internacional a no olvidar el sufrimiento de los refugiados en otras partes del mundo.